1 de julio de 2009

NUEVA ENERGIA * ¿Tienes un Hogar Espiritual? *

En su última presentación mensual llamada “Graduation” (Graduación), a principios de Junio, Tobias hizo referencia a un aspecto que llamó mi atención de sobremanera. ¿Cuántos de nosotros hemos construido conscientemente un lugar a donde ir mientras dormimos? ¿Tenemos un hogar espiritual a donde ir o vagamos por los reinos no físicos, sin un lugar que podamos llamar hogar? Durante su excepcional plática, Tobias nos invitaba a dar un recorrido por lo que él llama su Cottage (casa de campo). El motivo de esa visita es materia de otro artículo. Sin embargo, el propósito de estas líneas es reflexionar sobre ese lugar especial a dónde podríamos viajar la siguiente vez que vayamos a dormir. Existen una serie de teorías desde el punto de vista científico o psicológico, que señalan los diferentes estados del sueño. Varios expertos en diferentes disciplinas han estudiado el cerebro del humano mientras duerme. Conocemos muchas cosas de este proceso, pero nadie ha explicado a dónde vamos mientras dormimos, qué hacemos o las dimensiones que visitamos. Desde la perspectiva esotérica, muchos maestros enseñan que podemos tener un viaje astral, otros nos platican que podemos ir a realizar diferentes trabajos para ayudar al planeta o a otras personas. Unos pocos nos dicen que podemos ir al “Nuevo Planeta Tierra” a crear oportunidades que más adelante podrán aplicarse a nuestro planeta. Pero, independientemente que hagamos todo eso o no, ¿cuántos de nosotros nos hemos dado el tiempo para reflexionar a dónde viaja nuestra alma mientras sale del cuerpo, cruza el velo y viaja por distintas dimensiones. ¿Tenemos una “casa espiritual” a donde llegar cunado estamos deseosos de sentir una caricia espiritual? Si no la hemos diseñado o construido, quizá sea cierto eso de andar divagando por todos lados y ninguno. La invitación es sencilla y llena de amor. Toma una decisión consciente para tener tu propio lugar. Llamémoslo en este caso, nuestro Hogar Espiritual. Un sitio donde además de poder descansar, puedas recibir las visitas de aquellos seres con quienes deseas relacionarte en el otro lado del velo. Constrúyela en tu mente y dale vida en tu corazón. No tienes límites. La casa de descanso que has soñado, manifiéstala ahí. La vas a visitar muchas veces a partir de hoy. Será tu Hogar Espiritual en donde es probable que nos podamos reunir.
*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende.* “La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”. Gracias a Tobias y Geoffrey Hoppe por sus enseñanzas www.crimsoncircle.com

NUEVA ENERGÍA * La Conexión con tu Sombra *

Cuantas veces no creemos que la luz es el aspecto bueno y la oscuridad, lo malo. Así nos lo han contado desde pequeños. Ya sea en las historietas que nos leían antes de dormir o en los cuentos que nos relataba la abuelita, la luz jugaba un papel positivo y la oscuridad uno negativo. Y por ende, desde pequeños, rechazamos esa otra parte de la polaridad que es tan propia en nosotros, como lo es la luz. La obscuridad es un aspecto importante que habita en todos y cada uno de los seres humanos. Es parte de nuestro equipamiento cuando llegamos a este plano físico. Igual que la luz. Pero, ¿por qué seguimos viendo a la oscuridad como algo malo, reprochable y vergonzoso?, cuando en realidad es una parte de la polaridad “luz-oscuridad”. Jennifer Hoffman, reconocida autora internacional en temas de iluminación, tiene el acierto de explicar más a detalle la importancia de una parte oscura en nosotros, que ella la denomina “la Sombra”. En un artículo reciente titulado “The Shadow Connection” (La Conexión con la Sombra), Hoffman le da un matiz singular a la apreciación de esta polaridad, procurando la claridad necesaria para transmitir un mensaje que busca clarificar un concepto que a lo largo de los año ha sido juzgado y malinterpretado. Aquí en la Nueva Conciencia lo compartimos por la relevancia del momento. “Nosotros somos una colección de muchos aspectos diferentes. Cada uno de ellos contribuye al despliegue de nuestro camino hacia la reconexión con la fuente y al recuerdo de nuestros cuerpos físico, emocional, espiritual, como un gran todo. Dentro del plano de la polaridad –que es una experiencia en la tercera dimensión- cada cosa tiene su polo opuesto, comenzando con el amor-miedo, que es un aspecto de lo que conocemos como luz-oscuridad. Estos se expresan en proporciones que cambian continuamente, y cuyo equilibrio depende en las experiencias que hemos elegido para nuestro viaje de aprendizaje y comprensión en la vida. Existe un espacio en medio de la luz y la oscuridad que contiene todo lo que necesitamos saber para impulsarnos al camino de nuestra elección. Esta es nuestra sombra y aunque podemos temerle a lo que contiene, también es un aspecto de nuestro ser. No somos, en ningún momento, completamente oscuridad o luz. En cambio, vivimos en una sombra, un lugar que está en medio de ambas polaridades, un lugar en medio donde experimentamos el equilibrio proporcional de la luz y oscuridad que traemos dentro. Dentro de la sombra está todo nuestro dolor, sufrimiento y miedo, así como el conocimiento, la comprensión y el amor que necesitamos para iluminarnos en nuestro camino. Es en la sombra donde ocurre nuestra transformación y comprender la conexión con la sombra es la clave para entender el propósito y el significado de nuestro viaje. Ya que estamos en un viaje de reconexión y movimiento desde la oscuridad hacia la luz, creemos que la oscuridad es lo malo y la luz es lo bueno. Así que nos alejamos de la oscuridad, temerosos de aprender sus lecciones y bendiciones, sin querer reconocer los aspectos de nosotros mismos que consideramos no nos hacen merecer la luz. Nosotros creemos que, a menos de que seamos totalmente luz, somos totalmente oscuros, y no hay entendimiento de alguna de las dos polaridades. Tan imposible es para nosotros ver en la presencia de luz que es demasiado brillante, como lo es tratar de ver en total oscuridad. Sin embargo, es ese rayo esperanzador de luz en la oscuridad, es el que nos permite ver las sombras, en donde podemos empezar a entender dónde nos encontramos y qué es lo que estamos haciendo. La sombra nos ayuda, es nuestro vehículo para entender en el plano terrenal, y sin él, este viaje sería imposible. ¿Qué vive dentro de la sombra? Todo lo que hayamos experimentado hasta este momento. ¿Por qué es tan valiosa? Sin entender a la sombra, nos ponemos a dar vueltas en círculos, olvidando lo que acabamos de aprender y repitiendo lo que ya no necesitamos experimentar. En lugar de temer a la sombra, podemos bendecirla, aprender de ella y aceptarla porque es tanto nuestra humanidad como nuestra luz, lo que amamos y odiamos de nosotros mismos. Es la suma de toda la luz y oscuridad que hemos creado. Vemos ejemplos de muchas de sus manifestaciones en nuestra realidad física. En un día cálido, agradecemos la sombra que nos ofrece resguardo del caluroso sol. Pero otro día, la misma sombra puedes ser fría y la rechazamos. La sombra es la misma, pero el contexto, diferente. No es la sombra lo que tememos, son nuestras memorias y experiencias de alguno de los aspectos de la sombra, lo que nos impide verla de cerca. Ya que la memoria de la sombra es parte de de nuestro cuerpo mental y emocional, a lo que tememos es la posibilidades de que la sombra pueda permanecer. En última instancia, tememos la posibilidad de que dentro de la sombra, estamos fuera de la luz y dentro de la oscuridad. Sin embargo, la sombra, como todo lo demás, es una combinación de luz y oscuridad, y es un aspecto que no tiene mayor poder sin la interpretación de nuestros sentimientos, creencias, pensamientos o deseos. El poder radica en nuestra capacidad de encontrar la luz dentro de la oscuridad y conectarnos a los aspectos de luz, y no a los de oscuridad. En un nivel de energía, nuestra sombra tiene un rango de vibraciones y podemos estar dentro de este rango de acuerdo a nuestro nivel de conocimiento espiritual. Nuestro objetivo simplemente es encontrar el equilibrio entre luz y oscuridad, amor y miedo, caos y paz, que nos permita dar el siguiente paso en nuestro crecimiento y entendimiento espiritual. De esta manera equilibramos la luz y la oscuridad que nos permiten aprender, sanar, crecer y ascender, y a la vez aprendemos a tomar decisiones que respaldan esta misión. Conforme avanzamos en nuestra vida, vemos reflejada nuestra sombra en todos lados; cada pensamiento y creencia, cada persona y experiencia, en cada elección e incluso en las realidades potenciales que están disponibles para nosotros. Todas ellas son creadas por –y también limitadas- por nuestra sombra y la manera en que elegimos verla. Esto determina si vemos a nuestra sombra como un vehículo maravilloso de comprensión y como una forma de reconciliar nuestra experiencia de polaridad, o temerla, con todo y sus potenciales. De esta manera vemos a la sombra trabajando para nosotros, o en nuestra contra. Y ya sea que fluimos con su aprendizaje, o peleamos con ella a cada paso que damos. En cualquier vida que hayamos vivido con mucha oscuridad, vidas con alguna clase de trauma, o que se haya roto el equilibrio de la luz y la oscuridad, la sombra se oscurece y es más difícil encontrar la luz que existe en ella. Pero existe. Sin la luz no seríamos capaces de ver la sombra. Cada vez que buscamos la luz en las sombras, emitimos luz y transformamos la vibración de la sombra. La sombra es nuestra conexión tanto con nuestro Ser y nuestra Fuente, el eslabón perdido en nuestra comprensión de lo que hemos elegido experimentar y cómo lo experimentamos. Es una entrada hacia la sanación del alma que nos proporciona las preguntas que necesitamos plantear, y sus respuestas. Para entender mejor la conexión con nuestra sombra y lo que significa para nosotros en términos de sanación, debemos aceptarla como parte del todo, permitirnos estar en el lugar de entendimiento con compasión y simpatía, para luego encontrar la luz que esta ahí. No importa lo pequeña que pueda ser, la luz siempre está presente, y por medio de ella podemos crear el equilibrio que buscamos para manifestar paz en nuestro caos, aceptarnos a nosotros mismos con amo y recordar que traemos luz al mundo a través de todo lo que estamos dispuestos a hacer por nosotros mismos.
*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende.* “La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”. Gracias a Uriel y Jennifer Hoffman por sus enseñanzas. www.urielheals.com