Jeshua siempre se caracteriza por enseñanzas hermosas. A través de
Pamela Kribbe, y en su entrega “Paradise on Earth” (El Paraíso en la Tierra),
nos platica sobre un hermoso lugar de creación al que podemos acceder en todo
momento para manifestar realidades durante nuestra existencia en un cuerpo
físico.
Queridos amigos, bienvenidos. Los saludo desde lo más
profundo de mi corazón. Es un gran placer estar con ustedes. Los admiro por su
valor y perseverancia.
Han llegado a la Tierra para contribuir en estos
tiempos de transición. Todos portan un regalo precioso en su interior: el
regalo de lo que ustedes son. Y se lo quieren dar a la Tierra porque la aman.
Han estado en este planeta muchas veces y parte de ustedes le pertenece a la
Tierra.
Ustedes son portadores de Luz. Desean portar su luz en
una realidad que ha estado inmersa en la obscuridad, representada en el miedo,
la ignorancia y el deseo de poder. Tú
mismo te has perdido en esa obscuridad, porque parte de tu misión es
familiarizarte con la obscuridad para que encuentres tu fuerza interior para
sobreponerte.
Te has inmerso en la obscuridad con objeto de darte
cuenta cómo es la Luz, y lo que se siente redescubrirte a ti mismo como un
Ángel de Luz en la Tierra. El descubrimiento original sucedió de manera natural
porque cuando estás en una atmósfera de Luz, amor y seguridad, casi no existen
fronteras entre tú y el gran Todo. Pero
lo que has hecho ahora –tu misión- es que esta Luz esté de vuelta al
planeta para encarnar en una atmósfera terrestre. Esa Luz como sentido de
unidad y completa seguridad.
Al hacerlo,
puedes dudar. Pero por eso quiero ayudarte a recordar quién eres. Quiero
llevarte a la atmósfera de Luz y Amor, lugar desde donde viniste, pidiéndote
que visualices tu presencia en ese lugar. De esta manera anclamos una porción
de esa atmósfera en la Tierra, aquí y ahora. Pudieras pensar que esa atmósfera,
es la del Paraíso.
Deja que cualquier imagen surja para que te des una
idea del Paraíso. En lo profundo de tu corazón está un lugar de nostalgia por
ese sitio. Visualiza algo en concreto. Quizá veas un paisaje precioso. Camina
en él y encuentra tu Hogar. Crea un sitio en donde te encuentres a gusto,
conectado con la naturaleza. Visita este lugar para descansar y escucha los
sonidos de la naturaleza.
Ve la Luz a tu alrededor; observa cómo florecen las
plantas. Siente la abundancia de lo que eres. Este ambiente expresa lo que en
verdad eres. Acepta las energías sanadoras de la naturaleza. Siente tu
magia. En la profundidad de tu ser, eres
un Ángel. Los poderes divinos de la creación te pertenecen por naturaleza. Eres
la Fuente de todas tus creaciones. Puedes manifestar lo que quieras y atraer lo
que necesites. Si estás en esta parte de tu Paraíso, es fácil y te darás cuenta
que esta manera de ser es natural en ti.
Siente la paz de este lugar en lo profundo de tus
células, y cómo desde este lugar has viajado a la Tierra muchas ocasiones, así
como a otros reinos y planetas; quizá menos densos y materiales que la Tierra.
Lo importante es que te des cuenta de que has viajado muchas veces. Tú, tu
alma, la chispa divina, que descansa en tu interior.
Imagina por un momento que eres un Sol, y estás
compuesto de una de cálida luz. De su centro, emites rayos hacia todas las
realidades. Uno de esos rayos está encarnado en estos momentos en la Tierra y
eres tú. Estás aquí en búsqueda de oportunidades y formas para establecer tu
luz en la Tierra, y hacerla brillar.
Sin embargo, algunas veces puedes perderte o sentirte
atascado en tu camino, y por lo mismo, creer que no eres capaz de vivir
realmente en tu propia luz. Te pido que descartes esa idea.
Simplemente imagina que sales de ese lugar donde te
sentiste atascado, y usando tu rayo de sol, regresas a tu centro. Por un
momento, deja ir todo aquello que te obligue a esforzarte o que te preocupa.
Déjalo ir y usa tu rayo de luz, navega con él al centro de ese sol, tu centro.
Regresa a ese lugar en la naturaleza, en el Paraíso, ese lugar donde sientes
que todo es posible y no estás atado por el tiempo ni por las limitaciones
materiales. Imagina que en ese lugar encuentras actividades creativas que te
gustan. Lo que deseas está a tu disposición. Cerca encuentras amigos que te
apoyan de manera amorosa.
En ese sitio, ¿qué actividades creativas harías
fácilmente? No limites tu imaginación. ¿Qué te gustaría hacer? ¿Arte, música,
trabajar en la naturaleza? No hay restricciones, sólo abundancia. Tu
contribución se agradece. Date cuenta lo que te atrae de manera natural e
imagina que lo estás haciendo. ¿Cuánto tiempo te gustaría estar haciéndolo?
¿Qué te pone contento? Conéctate con ello y siéntelo: “este soy yo y así me
expreso”.
Siente la aceptación de la gente que te rodea y cómo
la naturaleza te agradece tus contribuciones. Estás aportando al Gran Todo
porque eres uno con los demás, aunque tus contribuciones son específicas.
Puedes tomar cosas de previas encarnaciones, en las cuales reuniste
experiencias haciendo esa actividad, desarrollando ese talento. Esta actividad
creativa la realizas con naturalidad porque ya estás muy familiarizado con
ella.
Luego imagina que llevas esta creatividad al rayo de
luz de tu actual encarnación, y dejas que la energía de tu sol interior entre
lentamente en tu cuerpo, aquí y ahora. Mantén esa imagen, el amor y la calidez
con la que se hacen presente en tu vida. Confía en que estos talentos se van a
manifestar y deja que lleguen a tu corazón, aquí y ahora. Siente la magia de lo
que eres. Deja que la luz fluya a lo largo de tu espina dorsal, coxis,
extremidades inferiores, hasta llegar a plantarse en la Tierra, que acepta
alegremente esta corriente porque quiere ayudarte a manifestar.
Desde esta corriente de luz dorada, revisa tus dudas y
miedos, esa parte de ti que no se siente capaz de cambiar sus circunstancias
externas. Imagina un callejón sin salida en donde chocas contra una pared. Y
entonces imagina cómo la luz dorada de tu sol central –esa luz llena de amor y
compasión- fluye por ese callejón y te invita a salir dejando atrás la lucha.
Las oportunidades te están esperando. Las cosas no son lo que aparentan ser, y
las nuevas oportunidades aparecen de lugares inesperados. Ahora, envuélvete con
esa energía dorada. Debes saber que la seguridad y el amor que te proporciona
esa atmósfera de luz está disponible en este momento. Sólo debes decirle “Sí” y
confiar.
A menudo peleas contigo mismo. Tienes el conocimiento
y el deseo por establecer esta luz dorada en la Tierra para que te ilumine,
pero a la vez, titubeas porque tienes miedo y dudas. Apela a tu fe y
determinación para que perseveres en este viaje que has hecho durante muchas
vidas. Esta vez has llegado con una hermosa flor que quieres plantar en la
Tierra. Y tienes el apoyo de energías espirituales.
Confía en que lentamente te acercas al centro de tu
ser. Al hacerlo, estás cumpliendo tu intención de traer el Cielo a la Tierra.
Esa es tu misión y el advenimiento de la nueva era.
La nueva era eres tú, trayendo el Cielo a la Tierra.
Compartes una porción de tu amor y tu luz y la sensación de seguridad asociada
con los reinos celestiales, sobre la Tierra. Ese es el advenimiento de la nueva
era.
Me despido desde el corazón y les mando energías de
ánimo y confianza. Estás haciendo algo grande y quiero ayudarte en tu camino.
*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende*
“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan
Enseñado a Creer”.
Gracias a Pamela Kribbe , y a Jeshua
por sus enseñanzas.
www.jeshua.net