11 de diciembre de 2017

Las "Energías" de Diciembre

Aquí les compartimos las "energías" o potenciales para este mes, mimsmas que ayer comentamos en el programa "La Nueva Revolución Latinoamericana":


Iniciamos con Lenna Stevens, quien comenta que el tema central de Diciembre es: “Mejorar”.

Ese término indica que en cualquier acción que emprendamos, lo que deseamos es mejorar. Ya no queremos más de lo mismo, sino que nuestra experiencia cotidiana nos lleve a mejores lugares que lo acostumbrado.

Para ello, debemos concentrarnos y ser disciplinados para trabajar en armonía.

Pongamos el ejemplo de una computadora. Si comienzas a darte cuenta de que la computadora se alenta y no corren bien todos los programas, es que probablemente necesita una mejora para que aumente la memoria y la velocidad de procesamiento. De esta manera incrementarás su capacidad.

Así sucede con nuestro cuerpo mental y físico. A veces el cuerpo tiene que pasar por procesos de enfermedad o sentirse cansado, sin energía o desconcentrado. Quizá viva momentos de estrés o depresión. Pero cuando se recarga y se mejora, se renueva y es capaz de realizar más cosas.

Eso sí, hay que entender que entre mayor sea el grado de mejora que deseamos, mayor será el periodo de crecimiento y aprendizaje.

Mantente concentrado en tus objetivos y no dejes que las distracciones o incomodidades del proceso te distraigan.

Una vez que hayas tomado una decisión sobre cualquier asunto, la disciplina te ayudará a no apresurarte, a no preocuparte y mantener tu enfoque. No sabes qué rumbo llevarás, por ello necesitas confiar en tus decisiones y ser paciente. El tiempo no es un factor.

Sé paciente, recuerda que te estás preparando para vivir un nuevo periodo, con nuevas ideas, actitudes y creencias. 

Continuamos con Jamye Price, quien comenta que diciembre es un mes en el que debemos pensar en renovación. Comprométete, eres valioso y estás listo para una vida mejor. Comienza con pequeños. 

¿Qué es lo que te renueva? Deja ir los pensamientos que te limitan. Enfrenta tus retos con un sentido renovado de agradecimiento por la vida. Ámate a ti mismo para que puedas amar a los demás.

Recárgate de energía para renovar tu sentido de creatividad, conexión y pasión.

Recárgate con las cosas más sencillas de la vida: la naturaleza, seres queridos, ejercicio, meditación, lecturas, entretenimiento.

Esto incrementará tu conexión con los demás, lo cual fortalece tu conexión contigo mismo.

La vida se beneficia por tu alegría.

Un abrazo cariñoso para todos y nos escuchamos en el 2018... el domingo 14 de enero.

¡Hasta entonces!
 

5 de diciembre de 2017




(Diciembre 2017)

Termina un año y muchas personas sienten la nostalgia de lo que no pudieron hacer o alcanzar durante los pasado trescientos y tantos días.

Regresemos a diciembre del 2016, particularmente al día 31, a las 23:50.

Entre risas esperanzadoras y llanto nostálgico, ahí está uno devorando las uvas con los buenos propósitos de año nuevo. Y nos atragantamos….de uvas y de buenos deseos.

Y al compás de las campanadas que anuncian la llegada de un nuevo año, se nos acaba el tiempo para llenarlo de buenas intenciones:

“Ahora sí Dios mío, te juro desde mis entrañas que voy a dejar de ser tan egoísta…..”

“No hay duda, a partir del martes, al gimnasio, todos los días….”

¿Qué les parece éste?:

“Nada qué, desde el segundo día de enero, me levanto temprano, salgo a correr, dejo a los niños y llego puntual a la oficina…”

O éste:

“Ya no voy a ser tan rencoroso…ahora sí voy a perdonar…”

¿Quién no ha tenido momentos delirantes como éste?:

“Ahora sí no te voy a fallar Dios mío. Todas mis acciones durante el año que inicia están dirigidas a pedirte perdón....."

O el que trata de componer los daños colaterales:

“…y voy a pedirle perdón a mi ex esposa a mis hijos por el daño que les hice. Bueno, pero es que ella empezó todo…”

Y sin duda, los básicos de cada año:

“Ahora sí voy a bajar de peso…” “Se acabó el cigarro….” “No más calorías en mi dieta…” “Me voy a volver vegetariano…” “Ya es tiempo de ahorrar…” Entre muchos otros.

Todos sabemos en qué acaban los buenos deseos. Ni siquiera dejamos que llegue febrero y las promesas incumplidas se convierten en lamentaciones secundarias que terminan siendo temas de conversación entre compañeros de oficina y familiares.

De ahí que en este día yo quiero hacerte una invitación respetuosa: no más promesas. No más buenos deseos al ritmo de las campanadas y el atraganto de tanta uva.

¿Qué te parece –en cambio- un solo propósito? Tener la mejor disposición para ser distinto, y con ello, aceptar las cosas que debemos cambiar para conseguir lo que anhelamos. Una cosa a la vez. Paso a paso. Comprometidos, determinados a cumplirlo.

Y ya que se haya conseguido un avance considerable o la consecución del objetivo, en verdad que el siguiente propósito es más fácil de alcanzar. Uno a la vez.

De esta manera nos concentramos en un solo esfuerzo, supervisamos lo que estamos logrando, lo celebramos paulatinamente y dejamos que la situación transcurra sin presionarnos, permitiendo lo que es apropiado para que las cosas pasen. Sin forzar nada.

Y lo que sí es muy importante al momento de hacer un tránsito de energías como las que se presentan en momentos de cambio –en este caso de un año al otro- es la actitud que asumas.

Sí, las condiciones emocionales con las que termines una etapa y comiences otra.

Por ejemplo, si llegas a casa después de un día tedioso y difícil, es recomendable que antes de acostarte para dormir, dejes a un lado esos sentimientos incómodos para llegar al sueño habiendo entendido, perdonado y más tranquilo para poder descansar.

Si lo haces, lo más seguro es que tu siguiente día comience o te depare cosas proporcionales a esa carga emocional con la que terminaste el día anterior.

Lo mismo sucede si te acuestas preocupado o de malas. Es probable que tu día comience de manera similar a como lo dejaste.

Bueno, si esto tiene sentido para ti, recuerda que la manera en la que termines el año dicta en gran medida la forma en la que comienzas el siguiente.

Así que revisa tu estado emocional, ten cuidado de los lugares o personas que frecuentas, no te aventures a tomar decisiones que no te convencen del todo, ya que la energía que generes en todo ello puede afectar las condiciones con las que inicies el 2018.

Y no lo olvides, tan solo es una invitación a que consideres estos factores. Al final de cuentas, tú eres quien tiene la última palabra.

Usa este tiempo decembrino de descanso y festividad para ser agradecido con la vida.

Y si no te gusta lo que hiciste o lograste en el 2017, no culpes a los factores externos, mejor revisa tu actitud, tu proceso de aprendizaje, las enseñanzas que no has permitido y se siguen repitiendo una y otra vez hasta que entiendas que el cambio es obligado, ya no es una opción.

En fin.

Disfruta esta época decembrina en compañía de las personas que más quieres, y sé tolerante con las que no puedes relacionarte. Eso implica las reuniones familiares obligadas en donde las tías, las abuelas y los primos te van a cuestionar el por qué no te has casado, o no has tenido un bebé como tus primas de provincia, o el comentario obligado durante estas reuniones: “¡ay hija, otra vez vienes sola!…¿qué no tienes un novio que te acompañe?…”

Control, tolerancia, paciencia y buena cara. Total, esas reuniones solo son una vez al año.

Reciban un cordial abrazo y las mejores vibraciones.

¡Felices Fiestas!

Con respeto,
Roberto Mendoza C.

*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende*
“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”

Más Sabiduría del Reino Animal para la Reflexión









 


(Diciembre 2017)

Hemos llegado de nueva cuenta a la época del año en que todos desean lo mejor para todos. En que todo son buenos deseos. La época que para muchos es de revisión sobre todo lo hecho (y lo que no se hizo) a lo largo del año. Lo que en ocasiones sólo sirve para frustrarse, pues de 10 cosas que te propusiste en enero…. No hiciste ni el .5 de alguna de ellas.

Se acerca el final de un año… y como es costumbre, muchas personas ya están preparando su “Lista de Propósitos 2018”. Misma que escriben, luego leen, repasan y ya para el 5 de enero la dejan de lado, sin haber cumplido siquiera el primer propósito.

Si en verdad somos los nuevos humanos que habitamos la Nueva Tierra, este tipo de acciones ya no tienen cabida.  Nada de hablar por hablar, nada de hacer lo que hace “la masa”, o hacer lo que dicta la moda, o hacerlo porque "si no lo hago ¿qué van a decir?”, o hacerlo para quedar bien, o por lo que sea…

Te invito a que mejor aproveches cada día de tu vida en tener buenos deseos, primero que nadie, para ti, por supuesto y en segundo término, para todos. ¿Por qué hacerlo sólo en una época del año? ¿O por una semana? ¿O un sólo día?. Considera que aquello que entregues –lo que sea-, por ley búmeran, o del universo, te regresará al doble…. Así que es bueno recapacitar cuando vayas a entregar/otorgar/enviar alguna mala vibra, mal pensamiento, o que al hablar, más que buenas palabras lances reptiles - jeje. 

Por otro lado, y si no lo tienes por costumbre, empieza a darte un tiempo de manera diaria para tener un nuevo –vamos a llamarle propósito- contigo mismo, que por supuesto tendrá un efecto en todo lo que te rodea. Recuerda que todo y todos somos uno. Que no hacemos las cosas por el qué dirán, sino que hacemos las cosas porque sentimos en nuestro corazón que eso que hacemos, es lo que corresponde hacer. Porque es el momento justo, estamos en el lugar adecuado y es la manera correcta para llevarlo a cabo.

Si esos factores se unen, además de tu buena intención de hacerlo, verás que gratos resultados. Y no tendrás que hacer un listado… no tendrás que pensar qué será conveniente colocar, tampoco tendrás que esperar a que un año concluya para hacerlo… 

No caigas en lo de cada año. No culpes a quienes te rodean, o a cualquier factor externo de lo que no lograste durante el año que está por concluir. Mejor crea, disfruta al máximo y vive intensamente un día a la vez. 

¿Para qué esperar 365 días? Házlo ya... empieza ahora... dáte ese regalo para estas Fiestas. No limites tu vida a las horas vividas. Mejor que la medición (si es que que existe) sea por tus vivencias, por el amor dado y recibido, por los maravillosos momentos que estás a punto de crear. 
 
Te agradezco que hayas visitado este espacio y te mando un saludo Desde Aquí

Recibe un abrazo con la mejor de las vibras y ¡Felices Fiestas!
Silvia Limón