Sí, no debemos negarlo. Somos portadores de una cantidad interminable de energías que absorbemos todos los días, de manera voluntaria o involuntaria. Atraemos lo que es similar a nosotros.
Algunas ocasiones pasamos junto a una persona y si nos sentimos tristes y él va triste, no debe sorprendernos que absorbamos parte de su energía. Lo mismo pasa en el caso contrario. Alguien se siente bien, y además se topa con una persona radiante de energía, y el resultado es que lo “contagia” de esa energía y eleva nuestra vibración.
La gente no lo sabe. Absorbemos todo tipo de energías y ni siquiera intervenimos, ni nos defendemos o las retiramos. ¿Por qué cree usted que la magia negra o los trabajos que buscan perjudicar a una persona son efectivos? Simplemente porque quien los recibe, lo permite. Al no saberlo, no los rechaza.
Jennifer Hoffman toca este tema complejo, de una manera sencilla en su artículo “Releasing Energies with Intention” (Liberando Energías con Intención”. Éstas energías y su materialización por medio de experiencias o acontecimientos, conllevan una lección. Y para deshacernos de ellas, tenemos que reconocer que somos los creadores voluntarios o involuntarios de lo que nos sucede.
Para liberarnos de estas energías, primero hay que reconocerlas, agradecer la lección que nos ofrecen, afirmar con pleno conocimiento que no son nuestras, que no nos pertenecen, y bendecir a la persona que las mandó. Sí, leyó bien, bendecir al que las envió. El mismo Yeshua (Jesús) lo enseñaba hace dos mil y tantos años. No hay ningún mérito en amar al que te quiere. El mérito radica en amar a tu enemigo, al que sabes que te deseo algún daño.
Y cuando puedas hacer efectivo este pequeño, pero quizá complejo proceso de transmutar energías, entonces no sólo aprenderás a liberarte de ellas, sino a rechazarlas cuando sientas que quiere entrar en ti algo que no te pertenece.
Toma un tiempo para leer el artículo. Te aseguro que encontrarás un nuevo significado a la liberación de energías.
“Tu intención por sanar, culminar y limpiar, es lo que te permite liberar energías que no necesitas. Esto confirma el hecho de que estás elevando tus vibraciones y deseas avanzar en tu camino, y te permite estar consciente del velo que te separa de tu divinidad. Y tiene la forma de energías con las que ya no resuenas.
Pero debe existir un propósito o intención que acompaña esta liberación, de lo contrario dejarás energías que no han sido limpiadas y pueden conectarse con otras de este tipo.
Parte de tu misión es darte cuenta de estas energías y transmutarlas para retirarlas de la rejilla de a Tierra. Tu intención puede provocar diferentes resultados, lo que te facilitará el que las liberes y las mandes a donde pertenecen. Son energías de la Tierra y tienes el poder de retirarlas y transformarlas, pero antes debes tener la intención para iniciar el proceso. Puedes mandarlas de regreso ala persona que te las mandó, enviarlas a la luz, retirarlas de tu campo energético o transformarlas en una vibración más elevada.
Cuando le regresas energías a una persona, hazlo con la amorosa intención de agradecimiento por su presencia en tu camino. Cada persona juega un rol en tu ascensión y debes estar agradecido por la participación que tuvo está persona en la culminación de un ciclo. Has terminado un intercambio con él/ella que ha generado tu sanación. Las asumes, las transmutas y se convierten en parte de un gran todo. Muéstrate agradecido por su presencia y por tu habilidad de dejarlas ir.
Retira energías de tu propio campo energético con la intención de liberarlas también de la rejilla del planeta. Tu habilidad por saber que estas energías ya no se requieren, es una evidencia de tu ascensión y del cambio en tu vibración. Y cuando liberes energías que son de una vibración baja, hazlo con la intención de transformarlas en una vibración mayor, conforme las dejas ir.
Puedes transmutar el miedo en su polaridad elevada que es el amor incondicional. Transmuta el enojo en agradecimiento por las lecciones que te ha enseñado. Transmuta la tristeza en alegría, al reconocer que mereces alegría en tu vida. Transmuta el caos en paz, ya que has trascendido este aspecto de la polaridad.
No hay cabida para la culpa, vergüenza, enfado o para juzgar las energías que vas a liberar. Has aceptado estas energías para que puedas crear las vibraciones de paz, alegría y amor incondicional en la Tierra. Eres responsable por su presencia aquí, y por su transformación. Cuando estés listo, transmutarás todas las energías en su mayor vibración, y entonces tendremos el cielo en la Tierra, y se habrá completado el proceso de sanación y ascensión del planeta.”
*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende.*
“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”.
Gracias a Uriel y Jennifer Hoffman por sus enseñanzas. www.urielheals.com
