4 de agosto de 2009

NOTICIAS - Niña Tarahumara gana la "Olimpiada del Conocimiento" / Mirar a un bebé nos produce una sonrisa

NIÑA TARAHUMARA GANA OLIMPIADA EDUCATIVA Cd. Juárez, Chihuahua (Julio 28, 2009).- Nora Ivón Aguirre Viniegrase, niña tarahumara de 11 años, figura entre las 30 ganadores de la Olimpiada del Conocimiento celebrada entre 2,800 alumnos de sexto año de educación indígena en Chihuahua. Nora vive con su familia en el poblado El Salto, cerca de Guachochi, en la sierra alta. Estudia en el internado Heréndira y supo de su triunfo por una maestra que le dijo que en breve será recibida por el presidente de México. Fuente: Periódico “La Jornada” MIRAR A UN BEBÉ NOS PRODUCE UNA SONRISA Münster, Alemania (Junio 2009) .- Las caras de bebé interpelan el centro de gratificación del cerebro femenino y desencadenan sentimientos de felicidad, según surge de una investigación llevada a cabo en la Universidad Wilhelm de Münster y difundida hoy en Alemania. Los neurocientíficos Melanie Glocker y Norbert Sachser hicieron una serie de pruebas en colaboración con colegas de la Universidad estadounidense de Pensilvania y consiguieron identificar la región del cerebro que se activa mediante el conjunto de rasgos propios de un rostro infantil. "Los resultados ofrecen indicios sobre los fundamentos biológicos de la conducta asistencial en las personas. Dan una explicación neurofisiológica de nuestro impulso de ocuparnos de todo lo que se parezca a un bebé", sostuvo Glocker. Los investigadores estudiaron las reacciones que produce el conjunto de ojos grandes redondos, cabeza esférica y frente alta. Para conseguir un esquema de ese conjunto de rasgos manipularon fotos de bebé. El mismo bebé se presentó a mujeres sin hijos alternativamente con ojos grandes y ojos pequeños, o con cabeza esférica y ovalada, y se midió simultáneamente la actividad cerebral de las mujeres mediante tomografía de resonancia magnética funcional. Los investigadores determinaron actividad creciente en el centro de gratificación del cerebro (Nucleus accumbens) conforme se intensificaban los rasgos infantiles. "La activación del sistema de gratificación podría representar el mecanismo neurofisiológico por el cual los rasgos del rostro de un bebé motivan la conducta asistencial, independientemente del grado de parentesco entre el niño y quien lo observa", agregó Glocker. También hay otras regiones cerebrales que se activan ante los rasgos de un rostro infantil. Entre ellas áreas que desempeñan un papel en el reconocimiento de rostros y la atención. Los investigadores suponen que en los hombres se desencadenan procesos similares. Los resultados de la investigación se encuentran en la edición online de la revista "Proceedings" de la Academia Estadounidense de las Ciencias. Fuente: Periódico “Milenio”