(Marzo 2019)
Hace unos días me asomé por la ventana y vi como
algunos árboles como la Higuera, comenzaban a mostrar sus pequeños retoños. Sí,
verlos asomar por primera vez después del invierno y con el árbol “pelón” –como
decimos en México, sin hojas- es motivo de gusto para los que nos encanta la
naturaleza.
Ayer, después de una semana de haber visto esa primera
escena que acabo de describir, la Higuera el árbol del Limón ya no tenían
retoños sino claramente se les nota las hojas que están naciendo.
Y ustedes se preguntarán, “¿y qué caray tiene que ver
esto con el mensaje de este mes?”
Pues bien, a pesar de que durante el invierno esos
árboles se veían secos y “tristes” por no tener hojitas, en estos momentos están
“volviendo a generar vida”. Se acerca la primavera en este lado del planeta y
todo comienza a llenarse de vida. En el Hemisferio Sur pasan de primavera a
verano y también el cambio es motivo de alegría.
En pasadas entregas ya hemos platicado sobre los
cambios de estaciones y el natural efecto que tienen sobre los seres vivos en
nuestro planeta.
Eso aplica totalmente para nosotros.
Es momento de “retoñar y florecer”. Si hace tiempo que
no florecen las ideas en tu vida, que los proyectos no terminan de concretarse,
si perdiste la ilusión, dejaste de soñar porque nada salía bien, pues ahora es
momento de volverlos a realizar.
“Pero es que ya lo intenté varias veces en el pasado y
no me salió”, podrías decir.
¿Y?
Para empezar, ya no habrá que intentarlo. Habrá que
hacerlo. Pon atención al proceso, a lo que está en tus manos hacer o mejorar.
Recuerda que cada vez que lo haces las condiciones son distintas: más
experiencia de tu parte, mayor prudencia en algunos casos, más valentía en
otros. ¡Hazlo! Cada vez que lo hagas, incrementas la posibilidad de que
resulte.
Y si no sale como tú quieres pero en el proceso se van
presentando otras oportunidades que no habías contemplado, ¡acéptalas! Por algo
están ahí, tú las has generado. Ah, que no se parecen mucho a lo que estabas
buscando, acéptalas, están ahí por alguna razón. Quizá sea el camino
alternativo que te está presentando la vida para conseguir algo más, o mejor,
de lo que estabas esperando.
Llega la Primavera. Todo florece y se llena de vida y
color. Esa misma oportunidad tiene el humano para renovarse y salir a
manifestar todos los días. Si la naturaleza logra cambios tan drásticos y
notorios en cuestión de días –como el caso de los árboles que señalé en un principio-
lo mismo puede suceder con tu realidad.
¿Sabes cuál es el gran secreto de los árboles y las
plantas para manifestar tan hermosas transformaciones en unos cuantos días?
Muy sencillo.
No lo piensan. No están llenas de dudas como tú o como
yo.: “¿Será posible?” “¿Puedo cambiar o me quedaré así el resto de mi vida?” “Y
si cambio, ¿me gustará mi nueva forma o quedaré peor de lo que estaba?” “Y si
cambio, ¿mi nueva forma les gustará a los demás o me van a criticar?” Y le
podemos seguir con otros pretextos o cuestionamientos.
La naturaleza cambia y se transforma permanentemente
en algo bello y mejor. No piensa. Simplemente permite y facilita los cambios
sin oponerse, sin cuestionarlos. Precisamente lo opuesto a lo que hacemos los
humanos.
Así que, en esta primavera, hagamos lo que hace
perfectamente bien la naturaleza: permitir el cambio que siempre se presenta
para mejorar, aunque algunas veces parezca lo contrario.
Así que todos a “florecer y retoñar”. Sin dudas, sin
cuestionamientos y sin excusas. No hay que pensarlo, hay que permitirlo. Y
cuando menos lo esperes, te sentirás distinto haciendo cosas nuevas o de manera
diferente.
La naturaleza logra cambios notorios en unos cuantos
días.
¿Y nosotros?
Con cariño y respeto.
Su amigo,
Roberto Mendoza C.
*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende*
“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”