(Abril 2022)
Constantemente platicamos sobre la importancia de cambiar. Para ser más específico, el adelantarse a los cambios para adaptarse mejor a las circunstancias.
Estamos en la estación de año donde todo cambia y florece, y así deberían de proceder nuestros pensamientos, ideas, acciones y conducta.
¿El propósito?
Adelantarte a lo que más adelante será una obligación: cambiar. Prevenir lo que el día de mañana podría traer repercusiones. Suavizar lo que mañana pudiera endurecerse. Adaptarte confortablemente a lo que el día de mañana pudiera ser una obligación.
Ves por qué es mejor tomar la iniciativa y generar el deseo de cambio, para después, permitirlo.
Pregúntate:
¿Los hábitos que tengo me convierten en una persona saludable?
¿Lo que hago me permite conseguir lo que quiero?
¿Mi conducta me abre puertas o es la causante de que se cierren?
¿Mi personalidad atrae al tipo de persona que quiero en mi vida?
Probablemente, la respuesta sea un “no.”
Si es tu caso, cambia. Comienza hoy. Y al hacerlo, en automático todo empieza a transformarse. El proceso no va a ser fácil, incluso en la mayoría de casos, es doloroso, por eso no nos gusta cambiar.
Pero es una necesidad. Por esta razón, o generas la iniciativa de cambio, o la vida de obliga a cambiar. Así de simple.
Y tú, ¿qué opción eliges?
Si algo ya no te está funcionando, cámbialo. Si no lo quitas de ti vida, se hace eterno hasta que las circunstancias te obligan. Y ahí es donde te duele más la transformación.
Mejor, toma la iniciativa. Revisa lo que te está funcionando y lo que no.
Ármate de valor, toma la iniciativa y cambia.
Con cariño y respeto.
Su amigo,
Roberto Mendoza C.
*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende*
“La
Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”
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