(Enero
2018)
El 2018.
Nuevo año. Un comienzo
distinto.
La oportunidad de intentar de
nuevo lo que no salió anteriormente, con una mejor actitud y con la experiencia
obtenida del fracaso. La posibilidad de crear algo distinto que nos abra
puertas diferentes hacia nuevos rumbos.
Predicciones. No hagas mucho
caso de ellas. Por lo regular solo te espantan, nublan tu camino y te
confunden.
Potenciales. Tómalos en
cuenta, si gustas. Simplemente son una posibilidad en determinado momento si es
que ciertos factores se cumplen o se juntan.
Todo es posible hoy en día.
Sin embargo, hay cosas que son poco probables.
Como ustedes saben, ya es
tradicional que durante el primer programa de radio en enero –La Nueva
Revolución Latinoamericana- lo dediquemos a las energías o potenciales del año
que inicia.
Y así lo haremos de nuevo en
esta ocasión. Específicamente, el domino 14.
Sabemos que a un buen número
de personas que nos hacen el favor de escucharnos les agrada o les da
curiosidad esto de los potenciales. Quizá sirvan de guía para revisar las
oportunidades que nos presenta el año.
Y vale la pena ser insistentes
y dejar muy en claro eso de los potenciales. No son predicciones. Nunca hemos
dado ni compartido una como tal. Simplemente –repito- son las posibilidades que
se proyectan energéticamente en determinado momento, si es que la humanidad
decide continuar con ciertas pautas de conducta o tomar las mismas decisiones
que acostumbra.
Nada está escrito.
Sólo hay una pluma. La tuya.
Claro, hay factores externos
que a todos nos afectan. Somos parte de una sociedad, de una comunidad, de una
región o de un país. Sin embargo, en nuestra realidad tenemos la posibilidad de
crear o decidir aquello que nos convenga y hacernos responsables de las
consecuencias de nuestros actos. De lo que hacemos o decimos, y también de lo
que no hacemos o nos callamos.
¿Qué tanta responsabilidad
asumes en cada decisión y acto de tu vida? ¿Sigues culpando a tu familia,
esposa, hijos, el gobierno, o a tu jefe por tu desgracia? ¿Sigues agradeciendo
a Dios por tus bendiciones y tus aciertos?
Y, ¿en dónde entras tú?
¿Cuál es tu responsabilidad en
todo lo que te sucede? ¿O eres ajeno? ¿Eres una creatura tan débil e indefensa
que estás en manos de una sombra obscura que es la culpable de tus problemas, y
por otro lado, de una luz hermosa que es la responsable de tus éxitos?
Yo creo que este 2018 es el
momento de hacer a un lado esas extrañas creencias que sólo nos mantienen
atados a viejas formas de pensamiento y nos han convertido en discípulos
serviles, temerosos y hasta cierto punto, flojos e irresponsables.
Asume lo que te corresponde.
Para empezar, tu vida, tus decisiones, tus actos. Ya no quieras culpar a
terceros. Eres tú en tu propio trayecto de vida, ante una serie de escenarios complicados
–tu les llamas pruebas- y otros, muy placenteros.
De la forma en la que
enfrentes y reacciones en cada uno de esos momentos, será la manera en la que
entiendas el sentido de tu vida. Y por ende, entre más asumas la
responsabilidad de tus decisiones ante esos momentos, irás entendiendo tu papel
en la creación.
Claro, pide ayuda. Invoca a
tus santos, ángeles, seres queridos y a la corte celestial si tú quieres. Pero
nunca olvides que ellos son un grupo de apoyo y NUNCA harán lo que a ti te
corresponde hacer.
Hazte responsable de tus
pensamientos, decisiones y actos. Y verás cómo el 2018 te presenta grandes
oportunidades, a pesar de los constantes desafíos.
De nueva cuenta, reciban un
cordial abrazo y las mejores vibraciones.
Con respeto,
Roberto Mendoza C.
*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende*
“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan
Enseñado a Creer”