1 de marzo de 2018

NUEVA ENERGIA * Mi Pelea Con Dios *



En su mensaje “¿A Dios le Interesa?”, Jennifer Hoffman nos comparte su experiencia de frustración contra dios y cómo se dio cuenta que la única creadora de su realidad era, ni más ni menos, que ella misma y no una fuerza externa. 

Hace poco recordé una época en mi vida en que no tenía empleo, ni dinero, dormía en un colchón que estaba en el piso del departamento de una buena amiga y me preguntaba cómo es que había yo llegado a esa situación.

Tenía una buena educación, experiencia, era una mujer adulta, profesional… ¿qué había pasado con mi vida?  Todas las noches le reclamara a dios, llorando de miedo y frustración. Le decía que él había convertido mi vida en un desastre y que lo único que quería era irme a casa. Y despertaba al día siguiente, miraba a mi alrededor y decía “Caray! Sigo aquí!”.  Esto lo hice de manera diaria, por seis meses, porque creía que la única forma de resolver mis problemas era morir durante la noche, de manera pacífica, serena y sin dolor.

Aunque estaba muy enojada con mi situación, estaba aún más molesta con dios, quien no respondía mis preguntas en el momento que yo lo necesitaba. Había sido una buena persona, ¿no merecía acaso algo de alivio?  ¿Por qué había silencio total en estos momentos de extrema necesidad?. Y obtuve mi respuesta en un sueño, en el cual yo estaba en la oficina de dios y me quejaba amargamente de mi situación; a lo que él respondió colocándome en el “cuarto de espera”, hasta que yo pudiera entender quién tenía el poder real en mi vida. Fue un sueño tan terrible y tan real que desperté llorando, segura de que dios me había abandonado por completo.

Así que, ¿qué sucede en nuestra vida cuando de pronto todo está de cabeza y no alcanzamos a comprender qué ocurre? ¿A dios le interesa? Y ¿cómo lo sabemos si no recibimos ni ayuda ni apoyo? Esa es una pregunta que no podemos ni debemos preguntar. Es imposible para nosotros estar separados de nuestra conexión divina, pero eso no hará que las cosas “nos caigan del cielo”. Para lograr la soberanía energética existen dos cosas: la fé y la acción.

La fé es el filtro a través del cual la energía universal se transforma. Nuestras creencias se reflejan en nuestra realidad. Si no tenemos dinero, ni hogar y vivimos al borde del abismo, no es un trabajo para dios sino que nuestras creencias son las que entran en acción. Si estamos listos para gozar de una vida más feliz y más plena necesitamos nuevas creencias satisfactorias que filtrarán la energía de manera más benéfica y productiva.

Podemos sentirnos fortalecidos si nos convertimos en Sanadores Mártires, quejándonos diariamente sobre lo mal que están las cosas, lo que hace que dicha energía continúe en la misma dirección. A veces tenemos tanto miedo de crear una realidad llena de alegría, amor y paz que preferimos estar en guerra con nosotros mismos y permanecer en estado de culpa y de vergüenza. Y además, culpamos a todos por nuestra situación. Es como cocinar un platillo extraordinario y no sentarnos a comerlo. No podemos esperar que nada ni nadie nos alimente. Debemos estar dispuestos a alimentarnos, tomar el tenedor y empezar a comer.

Hay que eliminar esa parte que sufre y examinar nuestro corazón. Y es una decisión difícil cuando el fortalecimiento de alguien tiene que ver con su sufrimiento.

Llámalo como gustes: conquista, liberación o sanación para tu miedo. Se trata de tu decisión de moverte de ser una víctima a ser un ganador, de estar triste, miedoso y enojado a darte la oportunidad de ser feliz, libre y a estar en paz. El resultado de esa decisión es sentirte libre de miedo y vivir una vida plena. 


*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende.*
“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”.
Gracias Uriel y Jennifer Hoffman por sus enseñanzas.
www.urielheals.com