3 de octubre de 2018



(Octubre 2018)

Termina el verano y le damos la bienvenida al otoño en el hemisferio norte del planeta. El cambio también se presenta en el sur, solo que ellos entran a la primavera.

Cambio al fin.

Frecuentemente escuchamos que durante una etapa de transición como ésta, se presentan condiciones óptimas para transformarse uno mismo, tal y como lo hace el planeta con cada estación del año.

Aunque no lo acostumbremos dentro de nuestro ajetreado ritmo de vida cotidiano, sí es muy importante que nos demos un tiempo para reflexionar sobre una serie de aspectos que nos pueden ayudar a realizar cambios necesarios que podrían redireccionar el rumbo para transitar por un camino más favorable.

Hablamos de cambios profundos que le den un nuevo sentido a esa vida rutinaria que a veces nos fastidia. Transformaciones serias que nos ayuden a manifestar aquello que frecuentemente solicitamos, ya sea como petición, oración, pensamiento o buen deseo.

Durante esos momentos de tranquilidad que te sugerimos tomes en estos días, bien podrías considerar los siguientes elementos para ayudarte a cambiar con la ayuda de las energías de esta nueva estación.

Primero, dedica unos momentos para ti, para reflexionar sin sesgos. Date ese momento para tranquilizarte y ver las cosas con una nueva perspectiva. Sí, primero que nada, momentos de paz para poder ver con claridad.

Después, con esa claridad podrás darte cuenta si realmente estás transitando por los caminos que deseas. Sin prejuicios, nadie te estará presionando o evaluando. Sólo tú sabes si estás haciendo lo que te gusta, si estás en un lugar que te agrada. Ya sea en un trabajo, en una relación personal o profesional. Sé honesto. Puedes engañar a los demás, pero no a ti mismo. Si lo haces, sufres.

¿Qué sigue? Que la introspección que hagas no sea superficial, sino que vayas hasta donde tu integridad te dirija. Sí, profundiza. No temas. Se trata de que las energías del otoño te ayuden a descubrir lo que has mantenido oculto durante tantos años. Aquellos traumas o dolorosos recuerdos que están ocultos por la cantidad de mentiras o negaciones que has utilizados para encubrirlos.

Y ahí siguen, no se irán hasta que tú mismo los destapes, los confrontes y los liberes. Sí, probablemente todos esos son los obstáculos que no reconoces, se te han olvidado, y te impiden avanzar, o hacerlo a la velocidad que deseas.

Considéralo.

Finalmente, sé tolerante con las emociones que resulten de este proceso. ¿Te imaginas lo que podrías ver y sentir cuando te des cuenta de todo lo que has escondido por 5, 10 o 15 años de tu vida, o más? ¿De los daños que les has causado a otras personas? ¿De lo que te han hecho a ti?

A ese tipo de reacciones emocionales me refiero.

Sé cauteloso, acéptalo. No te lo guardes y por supuesto, no generes ningún tipo de resentimiento. Se trata de perdonar, limpiar y olvidar. Recuerda que es tu momento para realizar un cambio profundo. Hablamos de una dirección completamente diferente.

De ahí el tamaño del reto. Sí de la hazaña.

El comienzo de una gran transformación. La tuya.

No de cambios superficiales, maquillados: más de los mismo, pero distinto. No. Hablamos de transformaciones profundas que realmente impacten tu vida.

¿Realmente lo deseas? ¿No puedes esperar un minuto más? ¿Es el momento propicio para hacerlo?

Comienza.

No olvides que toda gran transformación comienza con el primer paso.

Dalo.  

Con cariño y respeto.
Su amigo,
Roberto Mendoza C.


*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende*
“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”