7 de diciembre de 2018


(Diciembre 2018)

Termina un año. Se siente. Todo el mundo está en fiestas, reuniones y pensando en lo que el 2019 nos depara.

Es de entenderse. Hemos visto lo mismo desde que éramos niños. De hecho, en México hay un dicho popular que es muy socorrido en estos días: el puente “Guadalupe Reyes”. Para que nuestros amigos de Latinoamérica y el mundo lo entiendan, significa que: 1.- Puente: días feriados que tomamos de vacaciones, como puede ser el Día de la Independencia o el de la Revolución. 2.- Guadalupe-Reyes: días que van desde el 12 de diciembre –cuando se festeja a la Virgen de Guadalupe- hasta el 6 de enero o Día de Reyes Magos.

Sí, cerca de 24 días en donde, como mexicanos, andamos de fiesta por las razones mencionadas. Prácticamente nos olvidamos de todo lo que podemos hacer, concluir o avanzar en nuestras vidas por casi un mes.

Y lo comento porque por lo que me han platicado amigos de otros países de habla hispana, algo similar sucede en sus ciudades. Llega diciembre y “se terminó el año”, se comenta. O como dicen aquí en mi país, “llegando el Día de Muertos, se acabó el año”.

Podría sonar exagerado, pero no lo es. Me refiero a esa actitud o aceptación en la mente de que llegada cierta fecha, sólo se trata de terminar con lo que se lleva cargando a lo largo del año con la fe de que el siguiente presente cosas mejores. Así, en automático.

De ahí que mi respetuosa invitación en esta columna sea precisamente a no dejar de hacer todo lo que esté en nuestras manos para sacar provecho de esos 15, 20 o 30 días en el que se va un año y empieza el otro.

¿Saben todo lo que podemos hacer o concluir en este mes, para no empezar el nuevo año con cargas o pendientes del pasado? Yo digo que mucho.

No se lleven cargas o pendientes del 2018 al 2019. Es decir, si está en sus manos y es cuestión de voluntad, terminen aquello que hayan empezado y arreglen algo que hayan descompuesto. Me refiero a relaciones, diferencias, etc.

Claro, habrá cuestiones que no se pueden resolver o son el día a día en la familia y la oficina. Pero si somos conscientes por un momento y tenemos el deseo de seguir siendo productivos todo el tiempo, en verdad que existen muchas cosas en qué ocuparse, terminar o ¿por qué no?, empezar en estos días.

El año no se acaba. Comienza otro que, que es distinto. Todo es cuestión de perspectiva.

Y para que el año comience como queremos, habrá que terminar bien con el 2018 y agradecer todo lo que nos sucedió, porque siempre hay una enseñanza o vivencia de por medio.

Cerremos el año haciendo lo que nos gusta, terminando lo que nos corresponde, y con la mejor disposición de aprovechar las energías durante esta transición.

Con cariño y respeto.
Su amigo,
Roberto Mendoza C.


*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende*
“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”