1 de septiembre de 2019


(Septiembre 2019)

Qué sencillo es en realidad dar consejos. Como aquel de “respira hondo, cuenta hasta 10 y todo estará bien”.

Seguramente lo hemos dicho ene mil ocasiones a infinidad de personas. O es una de las prácticas que más aconsejan en todas las reuniones de Nueva Energía, metafísica, desarrollo humano, terapias de varios tipos, en fin, que una respiración profunda siempre es muy recomendada y recomendable.

Pero una vez que a nosotros nos toca respirar, el asunto cambia. ¿O no?

Hay situaciones que nos colocan en nuestros “cinco minutos” y estamos al borde de perder los estribos o de decir algo que en realidad no deseamos, pero como estamos molestos, ni siquiera pensamos antes de decirla.  

Es en esos momentos que debemos recordarle a nuestro yo interior ese tan buen consejo que nos encanta dar: “respira hondo y cuenta hasta 10”. Es entonces que debemos hacerlo de manera profunda y consciente. 

Pero no sólo respirar, sino bien respirar, de manera profunda en serio. Que cada respiración nos ayude a centrarnos, recordarnos quiénes somos y a ver aquel asunto que nos tuvo al borde del colapso, de manera objetiva y sin apasionamientos.

Y si queremos hacerlo realmente bien, hay que dar tres respiraciones profundas, respirando por la nariz y soltando por la boca. Y si lo hace uno otorgándole verdadero sentido, en serio que cambia el panorama.

Lo que hace una buena respiración, no?  Una consciente, tolerante, amorosa, refrescante y profuuuuunda respiración lo cambia todo. En serio.

Así que, la próxima vez que sientas que estás llegando a tu limite o que estás punto de estallar, toma la decisión de detenerte en ese momento preciso y date el regalo de seguir ese buen consejo que tú siempre das pero que difícilmente te das a ti mismo: respira.  

Te agradezco que hayas visitado este espacio y te mando un saludo Desde Aquí...
Silvia Limón