2 de octubre de 2019


(Octubre 2019)

Para muchas personas, la llegada del equinoccio de otoño significa que ha llegado la parte final del año. Aunque falten tres meses, la gente se mentaliza de que, al estar en la recta final, disminuir el ritmo de trabajo y ambiciones es algo natural. Dejan de pensar en nuevos proyectos, innovaciones y cambios. Como que los dejan para el siguiente año.

Si están en medio de una dificultad, como que se desentienden si ni es tan “urgente” y creen que ya habrá tiempo el próximo año para resolverla.

Como que, en esta época del año, el ritmo de trabajo se desacelera para muchos y lo que muchos quieren es llegar a Navidad y empezar el siguiente año; eso sí, renovados y llenos de nuevos propósitos.

Pero, ¿para qué esperar? ¿Te vas a esperar tres meses del año, noventa días, medio haciendo que haces algo para no lograr nada?

No lo hagas.

Tú, continúa firme con tus propósitos y metas. No desaceleres. Al contrario, acelera para poder conseguir más en el último trecho del año.

¿Cuál es tu mejor opción? Dejar de pensar en términos de fechas. Deja de pensar en meses o en días. Solo tienes el aquí y el ahora. Parafraseando un conocido refrán: el ayer es dinero gastado, el mañana es un cheque por cobrar. El único efectivo que tienes es el “hoy.” Gástalo sabiamente.

Ya no sigas retrasando lo que debes iniciar o solucionar hoy. No pospongas lo que debes confrontar hoy. No hay ni habrá mejor fecha o época del año para actuar que el día de hoy.

No sabes todo lo que puedes generar si te decides a sacar provecho del “aquí y del ahora.”

No dudes, decide.

No postergues, actúa.

No temas, enfrenta.

Con decisión y destreza, de seguro encontrarás resultados interesantes todos los días. Aprovéchalos. No sabes el día en que llegará algo nuevo o distinto que cambie tu vida. Así que, no desperdicies ninguno.

Con cariño y respeto.
Su amigo,
Roberto Mendoza C.


*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende*
“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”