3 de noviembre de 2019


(Noviembre 2019)

Ya en anteriores ocasiones he mencionado cómo en mi bello país, es una costumbre celebrar el Día de Muertos. Cada año, el 1 y 2 de noviembre, el mexicano dedica gran parte de su tiempo a recordar a sus seres queridos, pone ofrendas que son famosas en todo el mundo y hasta organiza desfiles por las avenidas principales de las ciudades.

Y en ese mismo sentido, mis comentarios has sido sobre la peculiaridad de nuestros pueblos latinoamericanos de “celebrar la muerte,” en lugar de celebrar la vida, como lo he comentado en distintas ocasiones.

La invitación sigue siendo similar. Celebremos la vida no sólo los 365 días del año, sino cada instante.

Podrán estar en desacuerdo conmigo, pero la mayoría de las personas no valora el bendito regalo de la vida cada mañana. Al parecer, muchos piensan que amanecer es una garantía cuando eres joven. Creen que amanecer es un derecho y creemos hacerlo en automático. La otra cuestión es llegar a casa por la noche. También pareciera que es una garantía y que es algo normal, rutinario.

Y no lo es. Miles de personas no amanecen todos los días. Y otras tantas no llegan a casa todas las noches.

La vida no es una garantía. No se da en automático. Por eso hay que cuidarla, disfrutarla y celebrarla diario.

Nunca me cansaré de compartir mi idea de celebrar la vida a cada instante.

La vida del humano es tan frágil, que en cualquier instante puede perderla. Basta un instante de descuido, imprudencia o distracción, para arriesgar la vida. Un virus, una bacteria. Por favor ayúdame y dime cuántas veces no has estado en una situación así, en donde todo pasa tan rápido, que cuando te das cuenta piensas: “ah, caray, estuvo cerca.” “Uff, la libré.” “…por tantito y…” ¿Lo recuerdas? Son instantes.

Agradece cada momento por el milagro de la vida. Agradece cada instante por el milagro de TU vida. Y celébralo.

Me dirán algunos o muchos. Y, ¿cómo quieres que celebre si estoy lleno de problemas y malos ratos? Porque estás vivo. ¿Enfermedades o presiones? Porque estás vivo, y tienes una oportunidad de hacer algo al respecto. Muerto, no la tendrías. Y dices: ¿es que no ha sido mi culpa estar en este lío o con esa o aquella enfermedad? Estás vivo, haz algo. Pero hazlo no desde el enojo o la desesperación porque esas energías sólo atraen similares energías negativas. Es lo pero que puedes hacer.

Y con lo que te voy a decir, te vas a reír de mí. Pero te lo digo. A pesar de la complejidad del problema o de la enfermedad, sé agradecido, haz algo de buena gana, y a partir de ahí comienzas a generar potenciales distintos. Y no para que sanes o mejores tu situación en automático. Sino para que tengas entendimiento y claridad de tu situación, y a partir de ahí, generes una mayor armonía que entonces sí, permita el acercamiento de soluciones a tu vida.

Por eso, agradece cada mañana cuando te levantes y celebra. Agradece cada noche cuando te acuestes y celebra. Si estás metido en un lío, no olvides que de alguna manera tu hiciste, aceptaste o decidiste hacer cosas que te han llevado hasta ese lugar. Si te han hecho cosas y tú no las provocaste, no olvides que de alguna manera haz generado algo que ha provocado esa consecuencia. No puedes vivir en la negación.

Si hay vida. Hay una oportunidad. ¡Tómala!

No maldigas. Agradece. Y si es la peor enfermedad, tiene una razón para estar ahí. Suena difícil y lo es. Pero haz algo. Resignarse y maldecir te acerca más a la muerte. ¡Vive! Persevera ante la dificultad. Pon el ejemplo de vida y sigue adelante. Si estás vivo, es que todavía hay grandes motivos para que los estés, independientemente de las condiciones. Y no estás vivo para sufrir. Estás vivo para resolver, crear, compartir, ayudar, disfrutar.

Tú tienes la decisión. Y si decides vivir y se te concede un día más de vida, ¡aprovéchalo! No lo desperdicies.

La vida es un gran regalo que el mundo actual está dando por hecho. Por eso no le dan la seriedad e importancia que requiere.

La vida es un milagro diario que a cada instante hay que celebrar.

Con cariño y respeto.
Su amigo,
Roberto Mendoza C.


*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende*
“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”