(Mayo
2020)
Había una
vez un planeta llamado Tierra donde de pronto sucedió lo inimaginable. Surge
una emergencia sanitaria global que requiere confinamiento. Los gobiernos toman
la decisión de que, para evitar que la emergencia toque niveles desastrosos, la
gente debe permanecer en cuarentena, en su casa, y se le pide no salir a menos
que requiera realizar actividades esenciales.
Asimismo,
se cierran todos los centros educativos, de entretenimiento, recreación,
deporte y cultura. Todas aquellas actividades no consideradas como esenciales
para el desarrollo de cada país (aún actividades productivas que no tengan que
ver con el sector alimentos y de servicios para la comunidad) son llamadas a
cerrar hasta nuevo aviso por parte de la autoridad.
Pero como se
encuentran en pleno siglo XXI tienen una gran cantidad de avances tecnológicos,
así como diversos dispositivos móviles que permiten que logren seguir conectado
con el mundo por lo que se instauran en las escuelas y los trabajos las
actividades “en línea”.
Plataformas
digitales que ya existían y se utilizaban de vez en cuando, o no por toda la
gente, ahora se vuelven imprescindibles en la vida de las comunidades. Bueno,
del planeta entero. Por lo que, gracias a ello, se puede tener contacto con la
familia, los amigos, la escuela y el trabajo.
Debido a
la cuarentena, diversos sitios culturales suben mucho material, varias editoriales
tienen también en sus sitios libros enteros de manera gratuita en formato
digital, muchos artistas comparten su trabajo/arte en videos vía las redes
sociales.
Y en medio
de todo este asunto, llega una oportunidad enorme para el Nuevo Humano de la
Nueva Tierra, que aprovecha el momento y se enfoca en hacer aquellas cosas en
casa que no había podido hacer por falta de tiempo. Se puede programar una
tarde de pelis o de series favoritas o -¡al fin!- leer los libros que aún
siguen sin abrir en su cuarto. Ahora tiene el tiempo para darle forma a aquella
loca idea que hace tiempo se le ocurrió, pero que no llevó a blanco y negro.
Llegó el
momento de aprender algo que no sabía o que había querido aprender y no había
tenido oportunidad. También muchos sitios cuentan con montones de cursos
gratuitos en línea, con diversos temas y de todo tipo.
¿Qué
historia, no? El ser humano tiene la maravillosa oportunidad de vivir todos y
cada uno de sus días de manera plena y feliz. Haciendo lo que le gusta,
trabajar en lo que le interesa, gozar de su familia y amigos.
Todos los
días son una oportunidad para aprender, para crear, para manifestar, para
crecer, para brillar. Pero en vez de ello, malgasta esos momentos que nunca más
regresarán. Se la pasa pensando en un futuro que aún no llega y se lamenta del
pasado que ya se fue, en vez de vivir y disfrutar el presente, el aquí y ahora,
que es en el que se encuentra.
Lo que
ahora se está experimentando en el Planeta es una pausa para que pienses,
rectifiques, acciones. No para que te paralices por el pánico, se te nuble el
entendimiento y dejes de poner atención a tu instinto, a tu corazón, y
manifiestes una vida plena, abundante y de radiante salud.
Que no tengan que “pausarte” para que recuerdes todo lo maravilloso que te rodea. ¡Disfrútalo hoy!
Que no tengan que “pausarte” para que recuerdes todo lo maravilloso que te rodea. ¡Disfrútalo hoy!
Te
agradezco que hayas visitado este espacio y te mando un saludo Desde Aquí...
Silvia Limón