4 de octubre de 2020

 

(Octubre 2020)

Ser diferente, no convencional, ajeno a las normas sociales, no es malo.

Sólo da una mirada rápida a la historia y verás que muchos de los grandes (genios, autores, compositores y demás) fueron tachados de poco convencionales, diferentes o incluso, raros.

Pero el ser diferente te da ese toque especial de distinción. El hacer las cosas a tu manera y no como la sociedad lo dicta, también hace que sobresalgas del resto.

Y no estoy diciendo que afectes a otros con tu manera de ser o que conmines a otros a ser como tú, lo que pudiera provocar algún contratiempo.

La invitación es a que seas tú mismo. A que dejes de imitar lo que todos hacen, lo que está de moda, lo que dictan las normas, lo que te enseñaron de niño. En resumen, que seas auténtico.

Que te decidas -¡por fin!- a escucharte, a que hagas caso a tu intuición y a que lleves a cabo aquello que sientes en tu corazón que es lo correcto para ti. Sin estar imaginando qué va a pensar la gente, qué es lo que dirán de ti, cómo te verán.

Ser auténtico -ser tú mismo- será un muy bonito regalo que puedes hacerte ahora que inicia el otoño.  

En este tiempo donde las hojas de los árboles empiezan a caer para renovarse cuando llegue la primavera, también tú puedes ir dejando caer lastres, costumbres, hábitos que nada bueno te dejan pero que has venido cargando y te han ido quitando tu autenticidad.

Así que, ¿cómo ves la idea? Que este otoño sea de dejar que caiga aquello que no eres tú. Que sea de regresar a ser tú mismo. Ya verás cómo vas a disfrutar el dejar ir y de reencontrarte.   

Te agradezco que hayas visitado este espacio y te mando un saludo Desde Aquí...

Silvia Limón