3 de abril de 2021

 

(Abril 2021)

¿Cuántas veces no evadimos la responsabilidad que nos corresponde?

La realidad es que varias. Si no es que siempre.

No somos creaturas que nos guste hacernos responsables de nuestros actos. Es más, hacemos las cosas sin pensar en las consecuencias que puedan producir. Y claro está, cuando esas consecuencias se hacen presentes en nuestras vidas, lo lamentamos y tratamos de buscar culpables por lo que nos sucede.

“Que si fui víctima de las circunstancias; que si yo confié en ellos, pero me engañaron; que si le di mi palabra, pero el otro no la cumplió; que nunca pensé que eso llegara ocurrir; que no sé cómo se fue a enterar él o ella; que si yo hice lo que estaba en mis manos pero me fallaron.”

Somos los reyes de las escusas y los pretextos.

¿No te has cansado de ser la víctima?

¿No te has cansado de buscar culpables en tu vida?

¿No sería éste, un buen momento para hacerte responsable de tu realidad?

Sí, tú.

Ya deja a atrás los traumas de la infancia. Ya no culpes a tu papá que fue muy estricto y te generó este o aquel trauma. Ya no culpes a tu mamá porque te consintió demasiado y ahora no tienes el carácter para enfrentar decisiones difíciles. No culpes a tu primera esposa por aquel daño moral que te causó después del divorcio.

Ya es momento de entender algo por el resto de nuestras vidas.

Somos libres de decidir o hacer lo que queramos. Sin embargo, nunca olvides que, para cada decisión y acción, siempre existirá una consecuencia. Así que antes de decir o hacer algo la próxima vez, reflexiona por un instante y trata de proyectar las posibles consecuencias de tus actos.

Si lo haces, podrás detenerte a tiempo antes de equivocarte. Y si de todas maneras quieres hacerlo, adelante. Pero no olvides. Habrá una consecuencia. Positiva o negativa. Pero ahí estará.

Y tú serás el responsable de lo que pase después. Nadie más. Sólo tú.

Cuando lo entiendas y te quede claro que tienes que hacerte responsable de tus actos, tu vida dará un giro importante. Recuerda, eres responsable de lo que haces o dejas de hacer.

Entre más evadas tu responsabilidad, más culpa sentirás y serás más débil.

Ya no dejes que te controlen las circunstancias. Te sorprenderá lo que vas a conseguir cuando asumas la responsabilidad de tus actos, y exijas a los demás que asuman la suya.

Con cariño y respeto.

Su amigo,

Roberto Mendoza C.

 

*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende*

“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”