3 de julio de 2022

(Julio 2022)

Dicen que la adversidad revela el carácter de las personas. Muy cierto.

Y además de revelar el carácter, la adversidad también revela la lealtad y el compromiso de los demás.

De ahí la importancia de que como líder que eres, sepas distinguir muy bien entre la adulación y la verdad.

Si no puedes reconocer la diferencia entre el compañero/empleado que te alaga, adula y quiere quedar bien contigo, con aquel que te dice la verdad -aunque no sea lo que quieras escuchar- entonces vas a tener problemas frecuentemente.

Por esa razón, una de las prioridades en tu organización es reconocer la verdadera naturaleza de las personas que trabajan contigo y su genuina personalidad. ¿De qué otra forma vas a poder prevenir una traición?

Un líder como tú tiene que ser capaz de funcionar a su mejor nivel en los momentos más críticos. Sí, ante la adversidad.

No sirve mucho el que seas efectivo cuando todo funciona normalmente o bien. En ese momento todo es paz y alegría. Pudieras pensar que eres muy bueno dirigiendo tu organización.

Pero cuando se presentan los problemas, los imprevistos, las urgencias y las crisis, ahí es donde tienes que demostrar que eres la persona adecuada para dirigir. Tus herramientas: el carácter, el temple, la frialdad, la concentración, el valor, el enfoque, y ser decidido.

Y al mismo tiempo, debes asegurarte de que la gente que va estar a tu lado en esos momentos complejos, sea de confianza, leal, y ecuánimes para poder implementar las soluciones necesarias.

El detalle es que cuando las cosas se “ponen feas,” lo más fácil para muchos es correr, esconderse, mentir, hacerse tontos o pecar de ingenuos. El miedo los absorbe y esto representa una justificación válida para que ellos se paralicen, no hagan nada, o incluso traicionen.

Por eso, insisto, mientras no se presente ese escenario “urgente” o “caótico,” es momento de que pongas a prueba esa lealtad y compromiso de tu gente. Es mejor que descubras en tiempos de relativa calma quién va a estar contigo en esos tiempos de crisis, en lugar de esperarte a que el problema se presente y te sorprendas de cómo se comporta el humano cuando es presa del miedo y busca “sobrevivir.”

Y recuerda, tú eres el que pone el ejemplo de ese respeto, lealtad y carácter. Si tu gente no ve estos atributos en ti, ¿cómo quieres que ellos lo hagan?

Entonces, recuerda, siempre debes ser congruente entre lo que dices y haces. ¡Siempre!

Con cariño y respeto.

Su amigo,

Roberto Mendoza C.

  

*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende*

“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”

 

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