Febrero es un mes interesante, hablando en términos organizacionales.
Lo que quiero decir es que todo inicio de año está lleno de buenos deseos y propósitos de renovación. Pasan las primeras semanas y los miembros de la organización vuelven a comprobar que todas esas ideas de cambio y aliento que escucharon en la cena de navidad y a fin de año, no son ciertas.
La operación, el ambiente y las respuestas de todos los días, siguen siendo las mismas. El trato es similar, las promesas no cumplidas son notorias. Como cada año, todo quedó en buenos deseos navideños. La realidad vuelve a ser la misma.
Así que, en febrero, todo vuelve a la normalidad y la actitud se estanca. Eso, si es que en algún momento, alguien dentro de la empresa se “creyó las promesas de fin de año.”
Por eso digo que febrero es un mes interesante porque tú como líder, no debes dejar que la moral se desmorone y el empleado se “estanque” en su misma actitud de “tu haces como que me pagas y yo hago como que trabajo.”
Aquello que hayas prometido a fin de año, debes cumplirlo. En estos momentos, tu actitud y conducta hacia el cambio y la transformación, deben ser algo prioritario.
Tú marcas la pauta. Tú pones el ejemplo. Tú diriges el rumbo.
De ahí que si en estos momentos te das cuenta de que un empleado no cumple, ha perdido el interés y trabaja de mala gana, es probable entonces que tú no estés haciendo tu trabajo de manera adecuada.
Es decir, tú no estás poniendo el ejemplo y el empleado justifica su comportamiento bajo la sombra de “el jefe si lo hace, yo también lo hago.”
Febrero es un buen mes para revisar y comprobar que tu entusiasmo se mantiene y tu trabajo es el estándar que deseas ver en toda tu gente. De lo contrario, ellos se darán cuenta y los habrás perdido en el segundo mes del año, con todo lo que falta por vivir en los 10 meses que están por llegar.
El año comienza y no debes permitir por ningún motivo que la gente dude de ti, de tus promesas ni de tus compromisos. Si lo hacen, entonces en lugar de tener un equipo que te impulse, terminarás teniendo una pesada carga que te arrastra.
Y apenas es febrero. ¿Te imaginas el desgaste que te espera?
Recuerda, eres el ejemplo a seguir.
No dudes, no te rindas, ni te contradigas con tu conducta.
Si tú produces y eres constante, tienes todo el derecho de exigirle lo mismo a los demás.
Pero si tú no eres el primero en hacerlo, ¿con qué derecho puedes exigírselo a los demás?
Con cariño y respeto.
Su amigo,
Roberto Mendoza C.
*Busca.
Infórmate. Cuestiona. Comprende*
“La
Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”
Te invito a que me escribas a: lanuevaconciencia@gmail.com
