(Junio 2023)
Existen momentos en los que uno debe resistir lo que venga, y por supuesto, hay que estar preparados no sólo para soportarlo o resistirlo, sino para doblegarlo y salir adelante.
Para muchos, los momentos de presión o los problemas mayores son motivos de desgaste, estrés y dolor. Simplemente, no los resisten. Se doblegan ante la presión y el castigo.
Es por esta razón que la preparación física, mental, estratégica y operativa, debe de comenzar desde mucho tiempo antes de enfrentar esos momentos de presión.
Uno de los principales obstáculos es que esos momentos son inesperados. Se pueden prevenir, claro está. Sin embargo, la magnitud y el tiempo exacto son difíciles de pronosticar. De hecho, se pueden presentar en el momento menos esperado.
Dicen por ahí que “el agua hervida hace que se pueda pelar la cáscara de papa, o de igual manera hace que se endurezca la cáscara del huevo.” Esto quiere decir que el problema no es el agua a temperatura caliente extrema, sino la clase de “piel” que tengas. A unos los “pela” a otros los fortalece.
Y a ti, cuando el “agua hierve” y te tienes que enfrentar a las crisis, ¿te ablanda o te fortalece?
Que no haya día en el que no te entrenes o te prepares para enfrentar lo peor. Una lectura, un caso práctico, una simulación de evento, ejercicios físicos o mentales. Tú sabes lo que te puede ayudar a prepararte, según tu oficio.
Prepárate y hazlo a tiempo.
Un líder como tú sabe que la pregunta correcta no es: “¿me va a suceder a mí?”
La pregunta correcta debe ser siempre: “y cuando me suceda, ¿estaré preparado para enfrentarlo?”
Prepárate y hazlo a tiempo.
Con cariño y respeto.
Su amigo,
Roberto Mendoza C.
*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende*
“La
Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”
