(Enero 2024)
Cuando una persona tiene malos modales, no nos gusta su conducta dentro de la empresa, no entiende, o no cambia, lo juzgamos, pero no siempre nos damos a la tarea de entender que ella o él es el resultado del trato y la educación que ha recibido en su casa y en otras empresas.
Claro, si una persona ha recibido malos tratos, mal ejemplo y la han traicionado en el pasado, seguramente tendrá esas mismas actitudes y comportamientos en el presente.
Quizá pienses que como líder, no es tu responsabilidad re-educar o cambiar a las personas. Sin embargo, si no intentas algo, el comportamiento de la persona seguirá igual, con tendencias a empeorar.
Dicen por ahí que los niños rebeldes y mal educados -cuando crecen- se convierten en personas rebeldes y mal educadas.
Si tú tienes una o varias personas así en tu empresa, podrás comprobarlo.
El comentario lo hago porque se ha perdido esa idea de corregir a tiempo una mala conducta. Se ha perdido la noción de que algunas veces –dependiendo del caso- debes ser firme y serio para aplicar un correctivo.
Algunos le llaman castigo, otros simplemente le llamamos “hacerle entender a las personas las consecuencias de sus actos.”
Disciplina, en pocas palabras.
Pero si no confrontas a las personas a tiempo, ya sea por miedo o por evitar problemas, las dificultades aumentarán y los empleados no cambiarán por sí mismos.
La invitación del día de hoy es a que no olvides cómo te educaron tus padres, abuelos o tus entrenadores. Eran duros, eran firmes, eran estrictos. Pero mira, ¡cómo creciste y te educaron!
Así que, es mejor confrontar y corregir a tiempo a tus hijos, a tus alumnos. Y cuando se trate de empleados, sé tú el primero en mostrar la conducta ejemplar. Si ellos lo observan en ti, no les quedará de otra más que comportarse igual o sabrán que su salida de la empresa está próxima.
Piénsalo. Corregir a tiempo es duro, pero necesario.
Con cariño y respeto.
Su amigo,
Roberto Mendoza C.
Asesorías y consultas: touchdownempresarial@gmail.com
*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende*
“La
Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”