No hay día en el que se presente una situación inesperada en la oficina o en cualquier momento de tu vida.
La mayoría de personas temen a este tipo de experiencias. Es más, rezan para que no tenerlas.
Por supuesto, no están preparados para lo inesperado. Y cuando sucede, se espantan, se paralizan y sucumben.
Pero para ti -como el líder que está al frente de un grupo de trabajo- tu perspectiva debe ser distinta. Tú siempre estás alerta. Es decir, estás mentalizado a recibir lo inesperado porque es parte del diario acontecer.
Tu lema debería de ser: “espera lo inesperado y prepárate para enfrentarlo con éxito.”
De lo contrario, tu reacción será igual a la de los demás: miedo, parálisis, incertidumbre o pánico.
Nunca olvides mi recomendación:
“Cuando se presente una situación inesperada y retadora, tu fortaleza mental es la clave. Aquellos con una mentalidad de primer nivel no se quedan pensando en cómo se sienten, sino que se enfocan de inmediato en la tarea específica que tienen que hacer para sobreponerse a esos momentos de incertidumbre.”
Es decir, no hay mucho tiempo para lamentarse. El tiempo debe usarse para salir del “atolladero” donde te encuentras.
La siguiente vez que enfrentes una situación así, actúa. No te lamentes. Recuerda que tu gente te está observando y dependiendo de tu reacción, será la manera en la que ellos se comporten.
Con cariño y respeto.
Su amigo,
Roberto Mendoza C.
Asesorías y consultas: touchdownempresarial@gmail.com
*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende*
“La
Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”
