(Agosto 2017)
Al
humano le gusta, qué digo le gusta, le encanta lo facilito, pero sólo para ciertas
situaciones. Eso es algo en lo que habría que detenerse a pensar.
Por
ejemplo: cuando algo sale mal, la culpa siempre la tiene el jefe, la pareja,
los hijos, quien nos ayuda en casa, la abuelita, el amigo, la maestra, el
proveedor, el clima, el transporte público…. Y podemos seguir enumerando otras
de las 23 mil razones que solemos encontrar para poder echarle la culpa a
alguien o a algo, porque nosotros jamás seremos responsables de que aquello no
saliera como se esperaba.
Siempre
es algo externo lo que influye para que “nada me salga bien”. Ah! Porque además,
el hacernos las víctimas nos sale maravillosamente bien. Nos encanta tirarnos
al piso para que nos levanten y nos digan: “Pobrecito de ti. Tanto que te
esfuerzas” (o algo por el estilo).
Seguimos
sin querer darnos cuenta o sin aceptar que somos nosotros, y sólo nosotros, los que
vamos creando nuestra realidad día con día, decisión tras decisión. Por ello el
futuro es algo que vamos construyendo en nuestro presente, con ayuda de nuestras
experiencias pasadas, de manera que el mismo sea maravilloso, tal y como
nosotros lo vayamos creando.
Debemos
recordar que cada decisión que se toma conlleva un resultado. Es la Ley de Causa y Efecto. Todo lo que
hacemos pone en movimiento una causa y ésta tiene una consecuencia, misma que
dependerá de la causa puesta en movimiento. No existe el azar, ni la buena o la
mala suerte, sólo los resultados. Y no los etiquetemos como ‘positivos’ o ‘negativos’;
ese nombre se le podrá dar de acuerdo a la percepción de cada persona.
Lo que
para unos es un día horrible porque está nublado y lloviendo, para otros se trata
de un día hermoso, porque ese clima ayuda a los pastizales para los animales, a
la siembra y a la cosecha, porque el olor a tierra mojada les tranquiliza. En
fin, la percepción juega un papel muy importante en cómo se ve el mundo. Como
se vive y disfruta de este maravilloso regalo que es la vida.
Pero
regresemos al tema inicial de este mensaje que es al humano le gusta lo fácil… pero
no siempre.
Es muy
fácil sonreír a la persona que está junto a ti en el transporte, en la oficina,
cuando vas caminando a tu casa, cuando vas paseando con la mascota, cuando estás
jugando con tus hijos en el parque (¡confío que aún tengas esa bonita costumbre!)
y sin embargo, no lo haces. Al contrario, te muestras serio y hasta se puede
sentir tu malestar al pasar junto a alguna persona.
Es muy
fácil levantarte a la hora que suena tu despertador e iniciar tu día estirándote
como gato panza arriba en la cama, mirando que ya amaneció, que un nuevo día de
aventuras empieza, que tienes un futuro frente a tus ojos. Pero no…. otros 5
minutos… que se hacen 20 (¡ó 30!), te levantas de malas, maldices y si así
iniciaste el día ¿cómo esperas que siga?
Es muy
fácil que si sabes que tienes una fecha límite para entregar ese proyecto, ese
trabajo, esa tarea, ese pago, te tomes el tiempo para llevarlo a cabo en calma.
Con la planeación y anticipación debida para que incluso antes de que llegue la
fecha límite ya esté concluido pero creemos que es mucho más emocionante hacer
las cosas al cuarto para la hora, cuando ya ni siquiera te fijas si hay
errores, faltas de ortografía o falta dinero para cubrir el pago completo.
Tenías tiempo que malgastaste….. En vez de hacerlo relajado, buscas
tensionarte.
En ese
tipo de cuestiones es cuando al humano no le gusta lo fácil. Hace todo para
complicarse la vida, se queja, se trauma, se enoja, se auto-flagela. Es que
hacerlo por la vía fácil es tan rápido, sencillo, agradable y hasta motivador
que prefiere usar el camino largo, el sinuoso, el complicado, el que en lugar
de sumar, le restará energía y luz a su vida. Elementos con los que contamos
para disfrutar, para compartir, y más eso, para regalar y no para malgastar.
¿Te sonaron
algunos de los ejemplos? ¿TODOS? ¿Por qué
no te das oportunidad de hacer las cosas de manera diferente a como las has
venido haciendo hasta ahora y constatas que al hacerlo aumentan tus
posibilidades de obtener resultados diferentes?.
Te
invito a que lo intentes. No se trata de que me creas sólo porque te lo estoy
comentando. Se trata de que lo vivas, y sobre todo, de que lo disfrutes.
La vida
está ahí, esperando a que decidas…. Esperando tus acciones. Y tú estás listo ¿verdad?
Te
agradezco que hayas visitado este espacio y te mando un saludo Desde Aquí...