(Septiembre 2017)
Una de las
frases que más sentido tienen cuando estamos aprendiendo a manifestar nuestras
creaciones es “si la puerta que está en frente de ti no se abre, no es la tuya.
No la fuerces”.
Sí, por sencilla
que parezca una idea tan básica como la anterior, reviste de sabiduría
convencional.
Cuántas veces no
nos sentimos desesperados o frustrados por no poder conseguir lo que nos
proponemos. ¿Quizá presionados por alguien más o por uno mismo? En ese estado,
buscamos desesperadamente la manera de conseguir lo que deseamos. Vamos,
subimos, bajamos, llamamos, mandamos, incluso algunas veces, pasamos por encima
de los demás.
Y la única
verdad es que aquello que no te pertenece, no será tuyo. Así como que aquello
que es para ti, no puede pertenecer a nadie más.
Dicen los que
saben de esto que la Creación es vasta y hay para todos, principalmente, lo que
te a ti corresponde. La gran incógnita de todo Ser Humano es cómo le hago para
obtener lo que dicen que ya es mío.
¡Esa es la
pregunta del millón de dólares!
No dudo que si
eres de las personas que están en este camino de exploración y descubrimiento,
hayas invertido una cantidad considerable de dinero en tomar los “cursos más
innovadores para manifestar tus deseos” o hayas comprado cuanto libro se haya
publicado sobre el tema.
Y después de
tanta lectura, cursos y videos, ¿cuánto has podido manifestar? ¿Y es lo que
deseabas?
A veces regresar
a lo básico, por muy elemental que parezca, es una buena opción.
Si llevas tiempo
tratando de manifestar o crear algo y no se presenta, ¿no será una indicación
certera de no es por ahí? Será momento de que pases a una siguiente creación.
Es decir, abre otra puerta si la que has buscado abrir no te responde.
Eso no significa
que deseches esa idea. Solo significa que por el momento, no existen las
condiciones o la sincronicidad para que se abra. Probablemente mañana, la
siguiente semana o el próximo mes.
No fuerces nada.
Déjate llevar por el flujo de las condiciones y los acontecimientos. Considera
la forma en la que procede la Energía. Sí, la Energía siempre busca el camino
más sencillo para fluir.
Si esto te suena
como a resignación, de ninguna manera pretende serlo.
La invitación es
a que no te desgaste ni te aferres o causes daño a terceros queriendo conseguir
algo que en este preciso momento no es tuyo, o no es tiempo de obtenerlo.
Sólo piénsalo.
Date unos momentos de reflexión y dime si realmente consideras que forzando las
cosas, pelando por ellas hasta el extremo de obsesionarte, las vas a conseguir.
Sólo piénsalo.
La alternativa
mientras “digieres” el proceso: deja que las cosas fluyan.
Sí, ponte en el
lugar correcto, envía las invitaciones o documentos de tus proyectos a quien
consideres necesario, y mantente atento a las respuestas que te da la vida. No
preconcibas nada y dale la bienvenida a lo que llegue a tu vida, aunque no
parezca lo que deseabas, porque quizá represente los primeros pasos para llegar
al camino que deseas.
No lo descartes
porque no trae la apariencia de lo que estás esperando. Las creaciones llegan
disfrazadas de todo tipo de realidades que no se parecen en nada a lo que uno
espera. Debes saber elegir.
Y si de plano lo
que aparece no te gusta o crees que no es para ti, recházalo. No hay problema,
sigue haciendo lo correspondiente y mantente atento a lo que se volverá a
presentar.
Eso sí, no dejes
de soñar. Y soñar en grande para ti.
Mantente activo
haciendo lo que consideres necesario, pero permitiendo que el flujo de la vida
transcurra sin obstáculos, pretextos o terquedades de tu parte.
Ni me lo tienes
que decir. Sabemos que el lugar más incómodo para esperar es ese sitio
intermedio en donde no pasa nada. Ni estás al principio porque ya generaste
ciertas acciones, pero sigues esperando respuesta del otro lado. Sí, estás en
medio y no sabes qué hacer. Como en el limbo, no pasa nada y te desesperas.
La recomendación
es sencilla. Tranquilízate, relájate, no caigas en la trampa del “Y si….”, “A
mí se hace que….”, “Ya valió……”
Eso sí te puede
aturdir y llevarte al callejón de la desesperación, esquina con la frustración.
Mantén la paz
interior, ve las cosas con amplia perspectiva, reconoce los avances que llevas
aunque sean pequeños y mantente alerta.
Y no olvides, si
la puerta que quieres abrir sigue cerrada, no es la tuya todavía. Mantente
abierto a diferentes opciones.
Con respeto,
Roberto Mendoza C.
*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende*
“La Verdad Es, Independientemente de lo que te
Hayan Enseñado a Creer”