En su mensaje “Comunicación Divina”, Jamye Price nos
recuerda sobre nuestra magnificencia y divinidad y en que confiemos en nuestro
interior.
Rezar es un espacio de quietud y de comunicación con
el reino sutil. Ya sea que le reces a dios, al universo, al amor o a tu ser
superior, estás en comunicación con el reino sutil; con la divinidad dentro de
ti y con TODA la vida.
Usualmente, el rezar se hace como una petición.
Experimentas algo en el reino físico, deseando cambio. Estás buscando cambio y
mejora en el reino físico.
Lo que estás aprendiendo a nivel profundo es que la
fuerza está dentro de ti. Eres dios, el universo y el amor, en forma humana.
Esa es la experiencia física. Es la verdad que tu corazón entiende fácilmente
–que la divinidad está dentro de ti.
El cambio que está ocurriendo es que el rezo ahora se
ha transformado de ser una petición hacia algo que está fuera de ti. Se ha
tornado en una comunicación con aquello que está dentro y fuera de ti.
Te estás conectando con lo que la dualidad ha
percibido como separado. Te estás moviendo de lo lineal hacia la conexión con
el TODO.
Estás integrando un mayor entendimiento de tu
comunicación divina con la vida. Con comunicación divina consciente, rezas o te
comunicas con aquello que está dentro de ti, así como con lo que está fuera. En
este plano físico, existen los dos.
Estás aprendiendo y experimentando de manera profunda
que tienes el poder de la Divinidad dentro de ti –el poder de co-crear con tus
deseos en esta experiencia humana.
La energía del victimismo –esa corresponde a un ser
que no entiende que dentro de él se encuentra la verdadera fuerza de un
creador. Existen contradicciones, tanto en entendimiento, acciones y palabras,
que mantienen al humano lejos de entender que es puramente divino.
Y desde esa energia de víctima, rezar será usualmente
en el tono de “Por favor…. Yo no puedo, pero tú puedes”. Esta forma de rezar
conlleva circunstancias controladoras de fuera de uno mismo. Porque la víctima
no llega a comprender que el poder de co-crear está dentro.
No hay nada malo en sentir esto. No se juzga como algo
malo. Es simplemente una fase de crecimiento. En momentos de necesidad es
natural pedir ayuda.
Conforme observas tu propia energía e intención, ésto
debe ser el único factor determinante de si tu energía en el momento resuena
con el victimismo o con el crecimiento. No hay bueno ni malo, sólo información
que utilizas para tomar tus decisiones. Dentro de toda la experiencia hay
un potencial de crecimiento que puedes observar.
Si te encuentras en mi momento de victimismo,
celébralo. Porque has reconocido que quieres un cambio. Y si lo has reconocido,
es que ya iniciaste ese cambio. Así que si lo reconoces, no te castigues. El
reconocimiento es el inicio del cambio.
Ahora, la fé es una ponderosa aperture a lo
desconocido. Es un grado de confianza. Es una experiencia positiva para tu
apertura y crecimiento. La fé te abre a la magia desconocida que puede ocurrir
porque permites que las cosas se nivelen y te magneticen de una forma que no es
posible si estás controlando todos tus actos.
Conforme confías en lo desconocido dentro de ti, estás
abriéndote a la expansión. Te estás abriendo a un entendimiento y a la conexión
con el reino sutil, tu parte sutil.
Confiar en lo desconocido que hay dentro de tí
significa confirar en tus impulsos, tus acciones, tu percepción y confianza que
lo que aún no es conocido está resonando contigo. Lo desconocido es divino,
mágico, amoroso y muy querido por tu corazón. Te muestra como la vida se
desenvuelve y se abre más hacia lo que en realidad eres. Y esto es lo que mueve
la energía de la creación, del rezo desde el victimismo hacia la apertura con
la fé. Todo inicia con el reconocimiento de tu magnificencia y se
extiende hasta la co-creación con la Vida.
*Busca.
Infórmate. Cuestiona. Comprende*
“La
Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”.
Gracias
a Jamye Price por sus enseñanzas
jamyeprice.com