¿Realmente nos sirve de algo preocuparnos? ¿Qué resolvemos? ¿Tiene alguna ventaja?
El Espíritu –a través de John Cali- habla sobre lo difícil que es para el humano dejar de preocuparse por los demás, aunque no tenga ninguna utilidad.
Lo mejor es no caer en esa inercia que no resuelve nada, y mantenerse en un lugar de paz, centrado, animado, y así ser de gran ayuda para los demás.
John Cali:
Una amiga me contó que estaba muy deprimida por los serios problemas de su hija. Por esos días también se enteró de la muerte de un miembro de su familia por una sobredosis de droga. Eso agravó la situación.
Nunca olvidaré las palabras de una amiga de la infancia, con respecto a sus hijos adolescentes: “No puedes evitar preocuparte por ellos, es natural”.
En realidad no sabemos lo que les depara el futuro a nuestros seres queridos, pero ¿resulta natural o deseable protegerlos de un futuro incierto? ¿Es natural descuidar nuestro bienestar preocupándonos por ellos? ¿Es natural poner a los demás primero y dejarnos al último?
¿Y qué se gana con preocuparse?
Aquí está el Espíritu:
Ninguno de ustedes es responsable por los problemas del mundo, incluso si ese “mundo” implica a su familia.
Como mencionó John, muchos se sienten responsables por lo que les suceda a sus seres queridos, al grado de descuidarse ellos mismos, como el ejemplo que comentó John.
No queremos sonar duros, pero esa amiga ¿realmente le está haciendo algún bien a su hija o a ella misma deprimiéndose? Por supuesto que no. No puedes ayudar a nadie, arrastrándote hacia la negatividad que ellos están viviendo.
La sociedad les dice que preocuparse por sus seres queridos es algo natural. Desde nuestro punto de vista es todo lo contrario. Simplemente porque la conciencia de masas dice que está bien, no quiere decir que sea correcto. Lo que están haciendo es no confiar en que sus seres queridos tienen los recursos internos para manejar sus problemas. No están confiando en sus almas para que los ayuden en todo tipo de vivencias que tengan.
Ahora bien, nos damos cuenta de que han desarrollado hábitos a lo largo de la vida, como el miedo y la preocupación, esperando que resulte lo peor en los acontecimientos. Y eso no consigue lo que están deseando en verdad.
La única forma de ayudar a otra persona es enfocándose a la solución. En ese momento comienzan a llegar las ideas. Estarás sumando energía positiva a la persona o a la situación correspondiente.
Esta es la única manera de ayudar a los demás. Puede resultar desafiante en un principio, pero hazlo. Date cuenta que el problema es una oportunidad para que la persona que lo está viviendo, crezca.
Animarás a esa persona porque tú estarás igual de animado. Recuerda que nunca resolverás un problema en el mismo nivel vibracional bajo, donde se creó.
La verdadera responsabilidad, es primero que ustedes estén bien. De esa forma pueden dejar atrás esa falsa idea de responsabilizarse por los problemas de los demás. Y en ese momento sí puedes ser de ayuda para quien te lo pida.
*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende.*
“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”.
Gracias al Espíritu y a John Cali por sus enseñanzas.
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