1.- Procesa de manera
honesta tus emociones.-
Los sentimientos te
convierten en humano. Deja que tus emociones se expresen verdaderamente.
Ubícalas cuando surgen porque tienes derecho a sentirlas tal y como son, hasta
que las puedas identificar. No te quedes atorado y no te lastimes o no lastimes
a otras personas. Tú eres más que tus emociones.
Respira, todo está bien.
2.-Mantén la Calma y
continúa lo que estás haciendo.
Como en cualquier
emergencia, puedes pensar y responder mejor cuando estás en calma. Recuerda que
hay un gran poder y un equilibrio al permanecer neutral. No tomes nada de
manera personal. Observa las cosas de forma neutral y objetiva. Date valor y
sigue tu rutina, tendrás mejores pensamientos.
Respira, todo está bien.
3.- Pide ayuda.
Cuando lo necesites,
pide ayuda. Hay una diferencia entre estar necesitado y tener a quién
consultar. Mantente abierto a recibirla de donde llegue para que te ayude de
formas que ni siquiera habías pensado. El Espíritu se comunica con nosotros
todo el tiempo. Los milagros aparecen. Recíbelos.
Respira, todo está bien.
4.- Enfrenta las cosas
desde una nueva perspectiva y fíjate en las señales.
Ábrete a nuevas formas
de hacer las cosas, ya que el cambio proporciona una oportunidad perfecta para
crear lo nuevo. Existe un regalo en cada reto. Encuéntralo y celebra las
bendiciones que le da a tu vida. Existen señales a tu alrededor para que
encuentres tu camino. Se requiere un cambio en la percepción para encontrar paz
y entendimiento en cada situación.
Respira, todo está bien.
5.- Ocúpate de ti.
Especialmente en estos
momentos, es importante que te cuides y te ocupes de ti. Descansa tanto como lo
necesites, come bien, bebe agua, camina, escucha música que te inspire, sal con
amigos que sean una influencia positiva, camina por la naturaleza, ríe y canta.
Ocúpate de ti de todas las formas y date cuenta de cómo las cuestiones externas
reflejan tu interior. El amor funciona. Tú eres primero.
Respira, todo está bien.
6.- Afirma lo que
quieres.
Ten una actitud positiva
y participa en el resultado de lo que deseas alcanzar, afirmando sólo aquello
que quieres. Las afirmaciones son poderosas maneras para entrenar a tu mente.
Por ejemplo: “yo tengo claridad, yo tengo paz, sé lo que debo hacer todo el
tiempo, confío en la perfección de todo lo que sucede, estoy abierto a nuevas
formas de pensamiento”.
Respira, todo está bien.
Todo está bien, siempre.
*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende*
"La Verdad Es, Independientemente de lo
que te Hayan Enseñado a Creer”.Gracias al Consejo de Luz Interior y Rebecca Couch por sus enseñanzas.
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