En esta ocasión, el mensaje de Gullian McBeth-Louthan es muy concreto: “eres el producto de tus palabras: cuida lo que pronuncias. Puede sonar reiterativo, pero más vale que así sea, por la importancia del tema.
En “We Prophesize The Future By The Words We Speak In The Now”(Profetizamos el Futuro por la Palabras que Pronunciamos en el Ahora), Guillan deja en claro las consecuencias que pueden tener tus palabras. Cuida lo que dices, porque en tu boca está el poder de sanar o enfermar, de construir o destruir.
Cuando hablamos le estamos dando vida a lo que estamos diciendo, sembrando una semilla. Vamos a obtener exactamente lo que decimos.
Las palabras son como semillas; tienen un poder creativo. Somos lo que somos al día de hoy, debido a las palabras que hemos pronunciado en el pasado. Todas nuestras palabras se convertirán en una profecía cumplida. Escucha cuando te refieras a ti mismo. Los pensamientos negativos no necesitan convertirse en palabras negativas. En el instante que pronuncias una palabra, toma completamente un nuevo significado y una nueva energía. Si no te gusta lo que estás viviendo, comienza por cambiar lo que estás diciendo.
Profetizamos el futuro por las palabras que pronunciamos en el “ahora”. Nuestras palabras siempre son una profecía cumplida. No siembres semillas negativas; sólo profetiza lo bueno y una intención positiva. Puedes cancelar los mejores planes que tiene para ti el Universo, por tus palabras y contemplaciones negativas. La vida y la muerte están en el poder de tus palabras. Tendrás lo que dices. Tus palabras le darán vida exactamente a lo que estás diciendo.
Es mejor no decir nada, que decir algo negativo. Las palabras negativas cancelan los planes de Dios. Estas maldiciendo el futuro, maldices tu vida con tus palabras. Puedes usarlas para maldecirla o para bendecirla: Pronuncia palabras de fe, declara el favor de Dios en tu luz y en tu corazón. Cambia la atmósfera de cualquier lugar a donde vayas, con tus palabras: llama a lo que es positivo, llama la luz y a la ayuda divina.
No hables de los problemas, habla de las soluciones. No somos reporteros de nuestra vida, pero sí somos pronosticadores de nuestra vida. Deberíamos llamar a lo invisible como si ya fuera visible. Invita lo que deseas, llámalo con palabras llenas de fe, llámalo con luz. Cambia tu mundo al cambiar tus palabras. La vida y la muerte están en el poder de tu legua. ¿Estás dando vida o estás destruyendo?
Las circunstancias se alinean con cada palabra que pronuncias; tus palabras son una profecía cumplida. Tú eres el creador de tus propias circunstancias. Lo que has creado con tus palabras, lo puedes cambiar. Cuando actuamos negativamente ante cambios repentinos y ante el caos en nuestras vidas, estamos retrasando el propósito de su creación. Si aceptamos el caos como una oportunidad de elevación espiritual, entonces, el dolor desaparecerá. Sólo nosotros determinamos la velocidad con la que la confusión termina.
Hay muchos futuros que existen al mismo tiempo. Nuestro propio comportamiento determina a qué Universo entramos. La profecía es ver el futuro en nuestras acciones presentes.
“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”.
Gracias a Guillian McBeth-Louthan por sus enseñanzas
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