4 de enero de 2011

NUEVA ENERGIA * Una Manera de Crear *

En la editorial del mes de diciembre del “Shaumbra News” (Noticias de Shaumbra), Geoffrey Hoppe nos comparte la manera en la que él entiende y pone en práctica el proceso de la manifestación. La titula “Imagining, Creating & Manifesting” (Imaginando, Creando y Manifestando).
Una de las principales preguntas entre Shaumbra (así se denominan a la comunidad que participa en sus actividades. Nota del Traductor) es: “¿Cómo manifiesto mis creaciones y mis ideas? Este artículo surge por una conversación que tuve recientemente sobre este tema.
El proceso de creación consciente a menudo comienza con una idea inspiradora. Quizá te encuentres en la regadera y de repente, te llega la inspiración para componer una nueva canción, para inventar una nueva trampa para ratones, para desarrollar un nuevo software o abrir un restaurante exclusivo. Puede ser una idea que beneficie a la humanidad o que simplemente resuelva un problema menor. Puede ser algo que tenga el potencial de convertirte en millonario y darte fama, o algo que despierte tu pasión.
La inspiración es un momento definitivo. Proviene desde el reino de tus “sueños”. En otras palabras, lo has estado imaginando y explorando en otros reinos, en tu propia zona creativa en donde nacen la mayoría de las ideas. Ahora abres tu conciencia en tu realidad humana para “recordar” esta idea. Esos momentos regularmente están llenos de júbilo, euforia, optimismo y la posibilidad de ver la creación en un amplio sentido. La inspiración es tan dinámica que casi la puedes tocar y degustar.
La idea ha permanecido en tus reinos creativos, esperando la oportunidad adecuada para entrar a tu mente consciente. En los reinos creativos, la idea no estaba restringida por las densas limitaciones de la tercera dimensión o la realidad humana. La idea era como un ave en libertad, sin limitaciones de tiempo, dinero, procedimientos humanos o miedo al rechazo. Simplemente era una idea brillante, básica, esperando a que le dieran vida.
Lo que pasa a continuación es crucial. Puedes dejar la idea allá en los reinos no físicos, o puedes elegir el inicio del proceso de manifestación. En este momento, la capacidad de tomar una decisión clara y consciente, es uno de los factores más importantes en la manifestación. La mayoría de personas, todavía en un estado eufórico por la gran idea, fracasan al no declarar su intención y tomar una determinación. Entonces, el proceso de manifestación comienza a verse limitado por la mente, y la idea se escurre al reino creativo sin haber tenido una verdadera oportunidad de convertirse en parte de la experiencia dentro de la realidad humana.
Tomar una decisión consciente para poder manifestarla, junto con la pasión que conlleva, hace que se aterrice la idea en esta realidad física. En ese momento, las energías asociadas con la idea pueden reunirse con otras energías que la respalden en este reino. En otras palabras, pueden comenzar a contactar a otras personas y los recursos que ayudarán al proceso de manifestación. Así que muchas ideas nunca ven la luz del día porque el creador deja sus energías en otros planos dimensionales, en lugar de aterrizarlos aquí en la Tierra.
Cuando llego a este momento, normalmente, saco mi libreta y comienzo a escribir ideas. No caigo en la tentación de que surjan limitaciones o cuestiones mentales. No me preocupo por el tiempo que tarde o de dónde saldrá el dinero. Sólo dejo que la idea se expanda en el papel sin ni siquiera tratar de organizar los pensamientos. Sólo anoto palabras importantes, hago dibujitos y registro mis ideas de manera aleatoria. Algunas veces lleno una docena de páginas con mis notas.
Luego, me aparto algunos días de todo lo anterior. Eso permite que la idea comience su incubación en esta realidad sin que mi mente se meta en el proceso, o sin ahondar en todas las razones por las cuales no se puede concretar. Días después, cuando regreso a esa idea, ya tengo una intuición bien aterrizada sobre los potenciales, y una mejor comprensión de mi disposición y deseo para que suceda. Este es otro momento decisivo: ¿realmente me voy a comprometer con el proyecto o me quedo contento con que se regrese a los reinos creativos?
Asumiendo que deseo ir por la manifestación de la idea, regreso al sentimiento original de donde salió en un principio. Necesitaré que ese sentimiento esté bien firme para que lo pueda recuperar más tarde, cuando los rigores de la tercera dimensión del proyecto tiendan a desalentarme.
Ahora es momento de manifestar. Dependiendo de la idea probablemente necesites dinero, asistencia de un experto, tiempo y paciencia para escribir un libro, apoyo mercadológico, y las lista de factores continúa. En este punto, es fácil sentirse abrumado, preguntándote la manera en que reunirás todos estos elementos. En lugar de bloquearte, comienza a comerte al elefante por bocados. Cuando llegues a un callejón sin salida en alguno de los aspectos creativos, enfócate en otro. Busca en Internet. Te sorprenderá la manera en la que tu intuición te guiará hacia los sitios adecuados. Comienza a contactarte con las personas que te pudieran orientar, o que conozcan a otras personas y te den una referencia. No te desesperes cuando el proyecto parezca dilatarse el doble de lo planeado o a costar el doble de lo presupuestado. Por lo regular así sucede.
Desde mi experiencia personal, les puedo decir que casi todos lo proyectos grandes, tienen sus atrasos. Alguna persona no llega de la manera en la que estaba programada. Surge alguna cuestión legal o contable. Tus finanzas se agotan rápidamente. En esos momentos es fácil dudar y preguntarte si lo que estás intentando es una idea alocada. Aquí es cuando hay que regresar a la euforia original que sentiste cuando se originó la idea.
Manifestar ideas en esta realidad es un arte. Todos nos inspiramos en algún momento, pero pocos llegan a ver la creación de sus ideas. Su mayor miedo es que creen que nunca funcionarán. La mayoría de gente se rinde cuando enfrentan algunos obstáculos, pero el verdadero Creador se da cuenta de que los obstáculos son nuevas oportunidades para afilar sus habilidades creativas.
Me encanta la creación porque me recuerda que, bueno, Yo Soy un Creador. La mitad de mis ideas en mi etapa adulta han tenido éxito, y la otra mitad, se fueron quedando en el camino. La mayoría de ideas involucraban a otras personas en una parte del proceso, y las otras fueron ideas simples que pude manifestar por mí mismo. Una idea surgió cuando almorzaba con un cliente. Literalmente llenamos una servilleta con notas. Hoy en día, esa idea es una compañía con más de 300 empleados, y que es el proveedor líder de servicios de Internet y comunicaciones para aviones. Otra idea, desarrollada junto con Joe Rumbolo y mi esposa Linda, actualmente está en el proceso de gestación y se manifestará en menos de un mes. Es la “Zona para Despertar” (Awakening Zone), una estación de radio internacional con información y noticias de temas espirituales.
No existe nada comparable a la alegría de crear. Al entender los principios básicos, se disipa el miedo y la falta de certidumbre. Comienzas a darte cuenta de que no tiene nada que ver con ser inteligente o suertudo. Tiene que ver completamente con darte la oportunidad de ser un Creador.
*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende*
“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”.
Gracias a Geoffrey Hoppe por sus enseñanzas. http://www.crimsoncircle.com/