En “The Mechanics of Creation” (La Mecánica de la Creación), Guillian MacBeth-Louthan nos habla de llegar a un momento de nuestras vidas en que cambiemos la perspectiva de ‘querer’ algo, a ‘merecerlo’ por esa simple razón, tener la capacidad de manifestarlo en nuestra vida.
La opulencia, la prosperidad, el rol de Creador que buscas, está dentro de ti. No está contenido en un pensamiento, en meditación o en una manera de vivir. Reside en nuestro interior –cubierto o descubierto- muy dentro de la estructura multidimensional en la que existes.
Cuando experimentas la carencia en un aspecto de tu vida, inmediatamente llevas tu presencia hacia ese lugar y te unes con la estructura de la ‘carencia’, no como un castigo, sino como un conocimiento que te instruye. Cuando tienes una necesidad, te trasladas a una situación con un potencial para que satisfagas esa necesidad, que existe paralelamente al potencial de que no puedas satisfacerla.
Cuando te colocas en el sector de ‘merecer’, te conviertes en magnético para atraer todas las posibilidades que existen más allá de las limitaciones de tu percepción dimensional, más allá de las limitaciones de lo que puede pronosticar tu mente terrenal, y más allá de las limitaciones de lo que el ser piensa que puedes lograr. Buscas lo que eres. Buscas aprender y en esa expresión de expansión, no sólo atiendes al ser humano, sino a todas las mercancías de la comunidad universal. Buscas convertirte en bendito. Buscas convertirte en amor. Y sin embargo, todas esas cualidades son inherentes dentro de tu propio campo de creación.
Debido al agudo entendimiento para aceptar lo que piensas que necesitas ser, recibir o saber, caminarás completamente hacia las tierras no tan lejanas que contienen estas verdades. Por ser humano, aceptas la isla de la división.
En los próximos años será redefinida la mecánica de la manifestación y de la creación. Las palabras ‘quiero y necesito’ no describirán quién eres. Las palabras ‘tener, crear, merecer’ serán tuyas cuando tengas la comprensión de quién eres en realidad. No venimos a conquistar tus pensamientos, tu mundo, tus niños o tus cosechas, ya que estamos más allá de la forma, como lo estás tú internamente, en la esencia de tu ser. Nosotros existimos conforme tú existes, en una secuencia multi-evolucionaría en donde creces constantemente y existes en diferentes dimensiones y mundos.
Esa es la razón por la cual, a menudo existe confusión en tu corazón, invitando a la duda. En algunos lugares habitas como luz pura y sin divisiones. En otros existes como color. En algunos lugares existes como bacteria o virus. En algunos sólo eres sonido. En otros existes en sueños y no en la vida real. Tu cerebro humano siente mucha confusión al respecto porque permanece estático de manera interdimensional, ya que vives dentro de los confines de lo que está descrito como tu contrato en la Tierra.
De manera multidimensional, entras a un lugar en donde te puedes convertir es todos esos aspectos. Cuando duermes, entras a un lugar en donde eres un planeta, una luna, una estrella, un hada, una sombra, una luz. Cada vez más, tus sueños terrenales te traen esa realidad, pero por la mañana tu cerebro separa lo que no comprende como si lo tirara a la basura después de despertar de una noche pesada, y filtra todo aquello que considera inútil.
Tú eres todo lo que crees ser en cada aspecto de tu vida. Toma ese conocimiento para crear un collage. Toma todas las piezas del envase roto de tu ser universal y pégalas para que veas quién eres realmente. Cuando aceptas la complejidad de todo lo que eres, entonces ya no habrá nada que desees. Todo se crea con un pensamiento, como se intentó de manera inicial.
Te dejamos. Llegará más de nuestra parte en el universo. Existimos en la conciencia, más allá de la Puerta del Tiempo.
*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende.*
“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”.
