1 de junio de 2011

NUEVA ENERGIA * ¿Y si fueras la única luz que brilla? *

En “The Less Than Code” (El Código de “tener menos que”), GuillanMacBeth-Louthan nos habla sobre el difícil proceso de pasar por momentos tan confusos y llenos de duda como los que vivimos a diario en el planeta, sin perder la fe y la esperanza en que lo mejor está por llegar.
Estamos situados en un punto entre lo que creemos es posible dentro de nuestro corazón y lo que vemos que sucede en el mundo. Nos mantenemos firmes en la línea espiritual que cuelga de altos arrecifes mientras tratamos una y otra vez de impulsarnos para llegar al otro lado de lo que parece ser una insuperable superficie resbaladiza. Todas las técnicas que nos han enseñado anteriormente no parecen adherirse a las moléculas de este nuevo mundo que escribe sus propias reglas.
No se escuchan nuestras plegarias, no se reciben respuestas y los memorándums los tiran a la basura. Al parecer nadie escucha nuestros gritos de ayuda. Nos paramos sobra la calle de nuestras vidas viendo cómo se acerca el tornado. Parece que nos eligieron cuando nos damos cuenta que gastamos el último centavo para alimentar a nuestras familias. Consternados, imploramos la ayuda de los dioses al considerar que varias promesas no se han cumplido. Buscamos respuestas en la sección amarilla pero nadie nos contesta.
Todo parece estar en trance mientras caminamos sin rumbo por la vida sin esperanza de un futuro brillante. Aquello que dijimos “que ya no íbamos a pagar su precio por conseguirlo”, lo volvemos a pagar en estos momentos con resentimiento en nuestro interior. Nos contenemos y nos sujetamos a lo poco que tenemos, apretándonos el cinturón, forzando el código de “tener menos que”, hasta el grado de sentir que la última esperanza nos ha abandonado.
No vemos ningún aplazamiento de este ataque de obscuridad que nos asfixia. Sabemos que la vida no volverá a ser la misma y lamentamos al recordar los tiempos que parecían más sencillos y seguros hasta hace algunos meses. Los castillos de arena del pasado se los han llevado las olas. Sin embargo, muy dentro de nosotros sigue vivo un grano de esperanza. No se trata de nuestra fe en Dios lo que cuenta en estos momentos, es la fe de Dios en nosotros lo que da fin a este reino de fuego y azufre.
La obscuridad se alimenta del miedo y de la duda. Quiere que nos rindamos ante un futuro sombrío sin esperanza. Ya que somos los guardianes de la última esperanza, llenos de la creencia y la fe que el Creador tiene en nosotros, es nuestra misión y deber mantener ese título en alto para que todos lo vean.
A todos los que conozcas, háblales sobre la fe y la esperanza. No dejes que ellos te embarren de su mugre de desesperanza y te ahoguen en el mar del miedo. Tú eres la luz en el futuro obscuro que muchos ven. Haz que tu pequeña luz brille en lo que pareciera ser los días más obscuros. La Esperanza aparece dulcemente en la superficie después de una larga espera. Una chispa de esperanza puede encender a todo el mundo. No alimentes los miedos de las masas. Mantén el brillo de tu luz alimentando la flama de la esperanza para conservar el planeta cálido y seguro.
La humanidad es la única especie que fue hecha a la imagen y semejanza del Creador, incluyendo todos los ingredientes y capacidades para realizar grandes hazañas. Es momento de utilizar la fe que nos ha dado el Creador para invertirla en un futuro lleno de esperanza. No dejaremos de creer que están por llegar mejores días, en la bondad de la gente, en la justicia del universo. Nunca dejaremos de creer en nuestros sueños y en los de las personas que amamos.
*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende.*
“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”.
Gracias a los Pleyadianos y Guillian McBeth-Louthan por sus enseñanzas http://www.thequantumawakening.com/