Jennifer Hoffman tiene una manera peculiar de compartir los mensajes de Uriel. Son muy directos, concretos y en unos cuantos párrafos tiene la capacidad de desarrollar una idea. En “The Potential Life” (El Potencial de la Vida) el tema es sencillo: convierte todos tus potenciales en realidades para que los disfrutes en esta vida.
Conforme expandimos la conciencia de nuestra realidad, los lugares en donde nos hemos limitado se convierten en un asunto mayor de nuestra vida. Nos damos cuenta de los lugares en donde no ejercemos nuestro poder al permitir que otras personas influyan en nuestras elecciones, en donde hemos temido expresar nuestra propia energía o simplemente en donde hemos estado atorados.
Con este despertar llega la idea consciente de nuestro potencial, de las cosas que podríamos estar haciendo con nuestra vida y nos llega un destello de energía para convertirnos en alguien más. En ese momento habremos alcanzado nuestro potencial, lo cual nos presenta un panorama ilimitado de oportunidades, esperando a que decidamos qué es lo que queremos.
¿Queremos esa relación maravillosa con otra persona? ¿Queremos vivir en prosperidad financiera, vivir en alegría, en paz, dar y recibir amor y manifestar un sueño? Todo eso es parte de nuestro potencial y nos está esperando para elegirlo. Pero el simple potencial no es suficiente para manifestarlo.
El potencial es un estado de ser que no tiene forma, en donde todo puede ser posible, pero esa posibilidad está esperando el mejor momento, la energía, decisión y elección para convertirse en realidad. Consideramos un potencial como algo sólido y estable, pero es todo lo contrario. Es vago, sin descripción, incierto y caótico porque tenemos que inyectarle la energía y la elección para que se convierta en realidad.
Nuestra existencia simplemente es el flujo de potenciales esperando nuestra energía y acción, para dirigirse a una versión de la realidad. Los potenciales son todas aquellas cosas que residen en nuestros sueños y deseos, y están presentes en todo lo que deseamos. Los dos elementos que se requieren para activar potenciales son la voluntad y la energía. Debemos permitir la expresión del potencial y respaldarlo con nuestra energía. Sin esos factores -y se requieren ambos- el potencial permanece en su estado caótico, indefinido y sin forma.
Estamos acostumbrados a pensar que el potencial existe en los aspectos complicados o importantes de nuestra vida, pero está presente en todas las cosas. Nos damos cuenta de ello cuando estamos insatisfechos, nos sentimos inseguros, cuando queremos más de lo que tenemos, o sentimos el deseo de manifestar un sueño. Este es un poderoso momento que representa el despertar de un potencial, y cuando activamos nuestra voluntad y energía, manifestamos nuestro potencial. Pero también sucede otra cosa en este momento: surge nuestro miedo y compite con la manifestación del potencial.
Entonces comenzamos una pelea entre nuestros sueños y nuestros miedos, en donde el deseo por manifestar el potencial debe ser más fuerte que cualquiera de nuestros miedos. El que sea más fuerte será el vencedor. De ahí que vencemos y pasamos a una nueva realidad, o nos quedamos donde estamos. Nuestro potencial esperará otra oportunidad para convertirse en parte de nuestra realidad.
No podemos desperdiciar nuestro potencial porque es una parte inevitable de nuestra vida, esperando a tener el valor para dejarlo expresarse. Nosotros nos convertimos en nuestro propio potencial. Es una parte tan nuestra como lo es nuestro propio cuerpo. El Universo no juzga si no expresamos cualquier aspecto de nuestro potencial, pero nosotros sí nos juzgamos severamente por no ser capaces de manifestar nuestros sueños. Sin embargo, la respuesta a nuestras dudas la encontramos en nuestros miedos que limitan el potencial de nuestra expresión, pero no la eliminan. Cada paso que nos aleja del miedo y con todo el trabajo de sanación y desprendimiento que hacemos, nos acerca el valor que necesitamos para expresar nuestro potencial y la manifestación de nuestros sueños más preciados.
Conforme la energía que nos rodea fluye, nos acercamos o nos alejamos de la conexión con nuestro potencial. Ahí está, esperando a que respiremos el aliento de vida y permitirle convertirse en realidad para aprender el sentimiento de alegría al expresarlo. No importa lo que hacemos en nuestras vidas, estamos expresando el nivel de potenciales con los que nos sentimos a gusto. Y cuando podemos, abrimos la puerta un poco más para permitirle el paso a nuestros sueños más increíbles. No sentimos preocupación alguna, miedo, apuración o arrepentimiento. Ahí estará nuestro potencial, esperando a que tengamos la voluntad y le permitamos convertirse en realidad.
*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende.*
“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”.
Gracias Uriel y Jennifer Hoffman por sus enseñanzas
http://www.urielheals.com/
