En “Return of the Wild Woman” (El Regreso de la Mujer Salvaje), Jeshua y María Magdalena –a través de Pamela Kribbe- resaltan la importancia de integrar las energías femeninas y masculinas para una mayor realización del humano en el planeta.
Con algunas referencias a los tiempos de Jeshua y sus discípulos, María Magdalena platica sobre las heridas energéticas de hombres y mujeres, y la manera de sanarlas en estos tiempos en donde la unión y la colaboración, representan el avance y la ascensión de la vida en el planeta.
Estamos los tres presentes: Jeshua, María y María Magdalena. Nos sentimos honrados de estar con ustedes. Los vemos como hermanas y hermanos. Somos un solo corazón -y yo, Jeshua- me siento liberado al estar aquí junto con mis amistades femeninas porque a menudo se me considera como el único representante de la energía crística, y no es del todo cierto. Existieron mujeres a mi lado que representaron un papel esencial para poder realizar la misión que tenía encomendada. En aquel tiempo no se aceptaba el hecho de que una mujer hiciera lo que yo hice, es decir, ser un maestro y enseñar en público. Pero mi madre y María Magdalena fueron unos guerreros espirituales. Ellas me ayudaron a sembrar las semillas de la conciencia crística.
En esta ocasión hablaremos de las energías femeninas y masculinas. Mis almas gemelas femeninas y yo, les estamos hablando desde la misma voz.
En su historia, la energía femenina ha sido castigada y dañada seriamente, lo cual acarreó considerables consecuencias para los hombres y las mujeres de la Tierra. No sólo la mujer ha sufrido las consecuencias del dominio masculino, los hombres también se han hechos daño.
Primero hablaremos de la herida femenina. Imagínense a una mujer que represente toda la energía femenina. Hoy en día esa energía se ha degradado y se le ha tratado de manera violenta. El efecto en las mujeres es que dejan de utilizar la parte baja de su cuerpo, donde reside su poder. Especialmente cuando se ha presentado algún tipo de violencia de carácter sexual, el trauma emocional provoca que la mujer retraiga su conciencia de esa parte inferior del cuerpo. Les cuesta trabajo sentirse valoradas, seguras y conscientes.
Imagina una mujer frente a ti, representando la energía colectiva de la mujer. Podrás ver una especie de agujero en el área del estómago. Le quitaron su conciencia que estaba en esa área, y por esa razón se siente insegura porque siente que carece de cimientos. Dentro de su estómago puedes escuchar gritos de dolor y angustia. Por esa razón queremos invitarlos a que proyecten su luz hacia esta mujer, específicamente al área del estómago. De esta manera también ustedes están recibiendo la luz.
HABLA MARÍA MAGDALENA.
Yo soy María Magdalena y los amo profundamente. Siempre estoy con ustedes. He superado la herida femenina y me gustaría tocar cuidadosamente el área de dolor para que la mujer sane. Me gustaría verlas nacer de nuevo con alegría y decisión para que el poder de lo femenino regrese de manera pacífica. No deseo pelear o tener dificultades. Vengo en paz y tengo una petición para todas las mujeres. Se que las han tratado mal a lo largo de la historia, pero en esta época están recuperando su poder. Esta es su era, su momento. Quiero recordarles que los hombres necesitan de su ayuda. Como mujeres, conocen la herida en el área de su estómago; el dolor y el trauma de sentirse degradadas. Pero, ¿qué les sucedió a los hombres?
Debido a las dominantes energías masculinas del pasado, junto con las energías de la opresión y el poder, los hombres se vieron obligados a cerrar su corazón. Tenían que mostrarse fuertes y enérgicos. Esa era la imagen ideal de un hombre. Pero de esa manera los hombres se olvidaron de su lado sentimental. Muchos hombres encerraron sus ideas en la cabeza, con lo que se les complicó expresar sus emociones y sentimientos. Y eso también es una herida, la incapacidad de conectarse con su lado femenino.
No puedes tener una vida plena si no puedes tener acceso a tus sentimientos. De hecho, estás desconectado de tu alma. En muchos hombres existe un sentimiento de soledad y separación que puede percibirse como un agujero en su corazón.
Así que por lo que ven, hombres y mujeres han sufrido daños en épocas pasadas. La herida de las mujeres está en el área del estómago; los hombres tienen un vacío en el corazón. Quiero pedirle a las mujeres que conforme recuperan su poder y reconocen su verdadera fuerza, ayuden a los hombres. Ellos las necesitan. Se han alejado del hogar. Tengan la delicadeza en su corazón para expresarles su compasión a los hombres. La Nueva Tierra sólo puede nacer si ambos pueden hacer las paces. Si hombres y mujeres entienden sus propias heridas, pueden construir un puente para su entendimiento.
Les pido a las mujeres que se me unan para enviarles luz al agujero de sus estómagos. Desde esa luz se desprende un cordón que va directo a la Tierra. Siente la conexión con la Madre Tierra, vela como una mujer. Tu energía femenina es muy poderosa y esencial para la vida. Recuerda tu verdadera fuerza. Conforme sientes que se incrementa tu propia conciencia, busca a los hombres y envíales luz a su agujero en el corazón.
Estás a punto de entrar a una nueva etapa en la historia. Se trata de que se unan como hombres y mujeres. Se les invita a que de nuevo rían y se sientan a gusto como seres humanos.
A muchos de ustedes los percibo como guerreros cansados por tanta lucha, y se sienten frustrados. La respuesta a sus dolores radica en tener una vida simple. Y con ello quiero decir que de nuevo se sientan completamente conectados con la Tierra, y disfruten los placeres simples de ser un humano. La promesa de la Nueva Tierra es que puedan vivir el amor entre un hombre y una mujer, que tengan amistades que piensen como ustedes y vivan en paz con la naturaleza y con todo lo que les rodea.
En mi vida sobre la Tierra, sufrí totalmente la herida femenina. Fui una gran amiga de Jeshua. Pude sentir su fuerza y sabiduría, pero también su dolor y sus dudas. Nos entendíamos perfectamente bien. Sufrí profundamente cuando tuvo que abandonar el planeta. A menudo, cuando nos hablaba, yo podía sentir sus mensajes no sólo en mi cabeza sino en todo mi cuerpo. No me gustaba contradecir sus ideas y sus mensajes, como lo hicieron sus discípulos masculinos. Yo era diferente a ellos. Algunas veces se burlaban de mí y me sentía sola. Me llamaban “una mujer salvaje”, porque no era una persona convencional. Hoy en día, me agrada ver que las mujeres salvajes están de regreso. Mucho han cambiado desde los tiempos de Jeshua. Y les digo: las mujeres salvajes serán las líderes del nuevo mundo.
Los invito a que recuperen su poder y lo ejerzan. En el pasado, cuando las mujeres eran “salvajes”, significaba que eran independientes, pasionales, nada convencionales. A menudo se les consideraba histéricas. En la Edad Media se les llamaba brujas. Pero en realidad ellas se conducían por amor, y yo fui una de ellas. Y ahora es momento de que las mujeres vuelvan a demostrar su poder, no de una manera agresiva, sino de una manera que reconcilie las energías masculinas y femeninas.
Gracias por haber estado conmigo en esta ocasión.
*Busca. Infórmate. Cuestiona. Comprende*
“La Verdad Es, Independientemente de lo que te Hayan Enseñado a Creer”.
Gracias a Pamela Kribbe , y a Jeshua por sus enseñanzas. www.jeshua.net
