En su boletín
mensual de fin de año, Jonette Crowley reflexiona sobre la culpa como
impedimento para ser felices.
¿Cuánta felicidad puedes aceptar?
El pequeño ser es como una vasija diminuta para dar cabida a la
felicidad, y luego vamos atrayendo más cosas para incrementarla.
¿Qué nos detiene cuando sabemos que existen regalos infinitos esperando?
Lo que me mantiene anclada a la limitación es mi creencia de que he hecho cosas
malas. El resultado de esa creencia es un sentimiento de enojo, debilidad,
heridas y miedo. Somos fáciles de controlar cuando nos dejamos llevar por el
miedo.
La cura es el perdón. Y no es fácil de otorgarlo porque nuestro ego no
quiere dejar ir ese sentimiento del que deseamos desprendernos. El ego usa el
enojo, la preocupación y la culpa para justificar su existencia. Nuestro
pequeño ser se convierte en el depósito de heridas, limitaciones y sacrificios:
nuestra prisión.
Elijo la idea de desprenderme de la herida en lugar de la del perdón,
que parece enfocarse en la otra persona. Pido la ayuda de los Seres de Luz y
dejo ir las “equivocaciones” que he retenido en mi vida personal y a nivel
global.
Mi ego sigue diciendo: “pero, pero, me he equivocado”.
Pero más allá de esto somos incontrolables, nadie nos puede hacer daño.
Salimos victoriosos sin importar las circunstancias.
Así que, ¿cuánta felicidad puedes aceptar?
Gracias a Jonette Crowley y a Mark por sus enseñanzas.
www.jonettecrowley.com