22 de septiembre de 2014

"La Comunicación Telepática Entre Cerebros Humanos"

Experimento celebrado el 3 de septiembre del 2014
en el Centro Médico Israelita “Beth Deaconess”.

Un grupo internacional de neurocirujanos e ingenieros en robótica, han demostrado la viabilidad de los cerebros humanos se puedan comunicar. En un estudio publicado en el documento “Plos One”, se describe la transmisión exitosa de información entre dos personas que se encontraban separados por  8 mil kilómetros -vía internet- al colocar sensores en el cuero cabelludo.

El científico Alvaro Pascual-Leone –Director del Centro Berenson-Allen para la estimulación no invasiva del cerebro, del centro médico Beth de Israel- explicó que “queríamos saber si podría existir comunicación directa entre dos personas, leyendo la actividad cerebral de una e inyectando actividad cerebral en la otra, estando separados por una gran distancia”.

El también profesor de neurocirugía de la escuela de medicina de Harvard, comentó: “Lo hicimos a través del internet, por lo que nuestra pregunta fue si podríamos desarrollar una experimento que evitara la comunicación oral o escrita, para establecer una entre dos cerebros; uno en Francia y el otro en la India”. “La respuesta fue un Sí”.

Pascual, junto con Giulio RUffini y Carles Grau, encabezaron un equipo de investigadores de España y Francia, lograron transmitir las palabras “hola” “adiós” por medio de una transmisión vía computadora, utilizando un electroencefalograma adaptado al internet, junto con estimulador magnético transcraneal con la ayuda de un asistente robótico de imágenes.

Estudios previos basados en los electroencefalogramas y la interacción con la computadora, habían logrado la comunicación entre el cerebro humano y la computadora. En estos estudios, los electrodos que se colocaban en el cuero cabelludo de una persona, capturaban los estímulos eléctricos del cerebro mientras la persona realizaba un pensamiento o una acción, como el movimiento consciente de un brazo o una pierna. La computadora interpretaba la señal y la traducía hacia un dispositivo externo como un robot o una silla de ruedas.

Pero en este nuevo estudio, el equipo de investigación agregó otro cerebro. De hecho fueron cuatro los participantes. Uno fue quien envió las palabras por medio de la interface de la computadora, los otros tres tenían que interpretarlo.

Usando el electroencefalograma, los investigadores primero tradujeron las palabras “hola y adiós”, por medio de un código binario  y mandaron un correo electrónico desde la India, hacia Francia, con la respuesta.

En ese lugar, otra computadora transmitió el mensaje al cerebro de la persona, quienes sintieron como “flashes de luz” en su vista periférica, también conocidos como fosfenos. La luz aparecía en secuencias numéricas que le permitieron al receptor decodificar la información y recibir las palabras.

Se realizó un segundo experimento entre personas que estaban en Francia y España. Los resultados presentaron errores.

Estos experimentos –comentan los científicos participantes- es un paso importante en la comunicación entre personas por medio del cerebro. Los investigadores terminan señalando la posibilidad de evitar la comunicación oral y escrita –o en su caso sólo complementarla- a través de la transmisión directa de información cerebro a cerebro.