13 de octubre de 2014

* Creencias Prehispánicas de la Tribu Yaki (Sonora, México) *

Dentro de las grandes regiones americanas, el norte de México se inscribe como una región árida, que ha querido ser vista por parte de muchos investigadores como un corredor migratorio y mercantil entre el sur de Estados Unidos y Mesoamérica.

Entre las tribus indígenas del noroccidente mexicano, están los grupos pima, pápago, yaqui, mayo, guarijío y tarahumara de raíz yutoazteca, yumana, yavapai, los huvasupai, los diegueños, los yumas y mohaves, estos últimos, habitantes de California y Arizona. Dichos grupos comparten personajes míticos yutoaztecas, como el coyote o los gemelos divinos, quienes fungen como creadores del universo.

Las distintas concepciones del origen del universo actúan sobre el conjunto de prácticas rituales y religiosas de cada grupo. A menudo se observan transformaciones que parten de una misma matriz mítica como la pareja divina que permite la creación del mundo.

Dicha representación presente en el grupo k´miai sufre una serie de metamorfosis por la que transitan personajes como el coyote, la serpiente, el conejo, el buitre moreno y el hermano mayor. Dentro de estos personajes simbólicos sagrados de la región se encuentran el venado y el coyote, la lagartija lo mismo que la flor, que si bien en conjunto no son concebidos como deidades, sí representan figuras centrales de las creencias de los grupos yutoaztecas. Dichos símbolos se expandieron desde las culturas del desierto de los actuales estados de Baja California, Sonora, Arizona y Nuevo México, hacia el altiplano mesoamericano en donde por otro lado, encarnan personajes como Huehuecóyotl o Coyote Viejo.

El arquetipo del coyote se encuentra ampliamente difundido entre muchos pueblos de norte de México y en Estados Unidos. Este personaje representa la astucia, la trampa y la burla. Sin embargo Coyote es una deidad fundamental que contribuye directamente a la creación del universo tanto entre los yumanos como con los pápagos y pimas.

Estos personajes divinos poseen la capacidad de mostrarse bajo diversas representaciones. El venado no aparece sólo como animal, sino como poseedor de simbolismos bien arraigados entre las culturas del septentrión mesoamericano, adjudicándole símbolos como la “pureza”, la armonía y el orden con la naturaleza.

Estas representaciones se muestran en mitos de huicholes, y en los cantos de los yaquis, mayos y pápagos.

Este animal, además de ser representado como creador entre los varios mitos yumanos, se presenta en diversos rituales indígenas como modelo cultural, tal es el caso de la fiesta del venado bura entre los pápagos, y especialmente entre yaquis y mayos.

En el caso de los huicholes se le encuentra como metáfora del peyote, o como flor, o asociado también íntimamente con el maíz.

Los ancestros de los grupos étnicos norteños tuvieron diferentes procesos de asimilación al catolicismo, debido a la cultura nómada de caza y recolección, y por consiguiente a sus especificaciones religiosas, a las que debieron articularse los primeros misioneros enviados al norte de la Nueva España.

El dios de los indígenas se caracterizaba por ser un ente creador del universo y de todas las cosas que existen en el mundo como cerros, valles, plantas, animales, estrellas etc. Sin embargo este dios aparecía en diversas facetas de la creación bajo distintas formas.

En algunas ocasiones personificaba a la pareja de gemelos divinos; aparecía también como creador individual o como espíritu de la tierra entre lo yumanos y pimas; aunque igualmente se le veía como conejo o serpiente entre estos últimos, incluso, a veces, aparecía como el hermano mayor que en complicidad con el coyote, dan origen al mundo y al universo.
 
Y no hay que olvidar que desde tiempos prehispánicos el concepto de Dios entre algunos grupos indígeneas era asimilado al astro solar, denominándolo a menudo con la misma palabra o con un concepto similar.
 
Ideas tomadas del libro de Miguel Olmos Aguilera
"Las creencias indígenas y neo-indígeneas en la frontera MEX/USA"